sábado, 25 de mayo de 2013

Inversión

Un amigo, profesor de Historia, me hablaba el otro día en un café de recreo [aunque hay que recordar que la Ley obliga a estar trabajando en esa franja horaria, porque los docentes no tenemos derecho al desayuno en horario de trabajo; pedimos disculpas por tomar café], me hablaba sobre la inversión de los valores como parte del proceso de fascistización de la Europa de antes de la 2ª Guerra Mundial. Hitler, Mussolini o la Falange (con Franquito por ahí pululando a ver qué caía) venían a salvar al pueblo contra el Capital, buscando la "verdadera" libertad y defendiendo a la nación de lo espúreo, de todo aquello dañino para el trabajador honrado que ama a su patria...
Yo ya no sé si está ocurriendo lo mismo; me lo parece cuando oigo a los defensores de la castidad clamar por el derecho a la vida... Pregúntenles qué es vida, y los verán flaquear bajo banderas espirituales, no biológicas.
Ayer, como decía aquél, a otro amigo, muy cercano, le ha ocurrido que hay alguna madre y una maestra de religión, de un colegio conciudadano, que se muestran indignadas porque en una clase de guardia [según ellas ésta no le correspondía a él; ¿para qué entra uno en las guardias entonces?] ha lanzado su "discurso izquierdoso", su "mitin político" a unos niños inocentes, por lo visto ha dicho que la religión es una creencia sin ninguna racionalidad de fundamento, máximamente digna en el ámbito de lo privado pero insostenible cuando se quiere hacer a otros partícipes de un discurso que no tiene significado ninguno para poder valorar.
¿Hasta cuándo o hasta dónde? Por favor, ¿no debería esa maestra dar explicaciones de lo que dice a los chiquillos sobre la muerte, sobre el sexo, sobre la sociedad, sobre el tiempo, sobre los dogmas como la Virginidad de la Madre María o la Stma. Trinidad, etc.? Eso sería lo normal, no al revés...
Por favor, docentes: como no reclamemos la racionalidad o la Historia como los únicos terrenos comunes para el discurso de la Enseñanza, esa pesadilla de los estados protestantes americanos donde Darwin está prohibido y el creacionismo promovido desde la Autoridad Pública: nos va a arrasar...
Hace unos años nos reíamos sorprendidos... Ahora los vemos llegar con su fanatismo ocultista, oscurantista, invirtiendo los valores, reclamando la "normalidad" y la Razón. Kant, que era cristiano pietista, rigorista, seguro que mucho más comprometido que toda la cúpula de la Conferencia Episcopal, tenía claro que la religión no pertenecía a la esfera del conocimiento (Ideas Puras de la Razón) aunque fuera, según él, una aspiración de la mente humana para comprenderse en el mundo; tenía claro, léase (¡ay!) su ensayo sobre Swedenborg, que era digno creyente enmarcando la religión en los límites de la Razón... Y nada más.

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