miércoles, 15 de mayo de 2013

Mastigoteuthis Flamea

En casos de peligro, el 'Mastigoteuthis Flamea', más conocido como calamar, incluso admitiríamos chipirón, lanza tinta para huir por entre la confusión del acosador...

Seré breve, ¿alguien quiere tomar decisiones serias sobre la Enseñanza? Vamos a ir dando alguna pista, por si quisiere tomar nota; en vez de insistir en naderías no operativas (Equipos, Programaciones, Áreas...), en programas que nada tienen que ver con la realidad del aula diaria, en vez de hablar de autonomía de los centros teniendo a la Directivas bien cogidas por ahí, que la Ley Orgánica reconozca la INDEPENDENCIA del docente público consagrando así su LIBERTAD DE CÁTEDRA, sin menoscabo de los mínimos que se deban exigir en cada curso. Sin esa autonomía, nos obliga una pedagogía que nadie entiende, nos aprisiona la terminología al uso que va rotando según quien consiga colocar su bibliografía (en otros tiempos) o su influencia en los partidos (más ahora)...

Veo con envidia como un juez en una entrevista dice que la mayoría han decidido revelarse y no dejarse pisotear más, persiguiendo los delitos sin atender a amenazas o consecuencias; si nuestra Ley no nos permite hacer lo mismo, es que no tenemos Libertad real, ni somos profesionales reconocidos con prestigio social. Con esto me refiero a INDEPENDENCIA, como otro Poder Público, porque lo somos; no podemos estar al albur de la ideología de nadie, porque nos hundimos, hay que consagrar la AUTORIDAD por ese camino, no por la represión del díscolo, eso no sirve.

Esto antes era como el valor en los militares, ahora se premia al tibio... ¿será de los tibios el Reino de los Funcionarios? Si te parece que no y ésta te parece una buena idea: difúndela.

2 comentarios:

  1. No es que la tengan cogida por ahí, es que la imponen. Igual que las jefaturas de departamento. La izquierda (así se titulan ellos) sectaria es así, huye de la democracia como de la peste. En cuanto a los tibios, de ellos es el poder y ellos mandan, no es raro pues que quieran estar ahí, impartiendo consignas y pretendiendo que los díscolos, los tres o cuatro como tú que hay en el sistema educativo patrio, las cumplan sin más. Ahí les duele don Francisco. Un abrazo

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  2. Hombre, ¡por fin un profesor! Tenía a Diógenes con la lámpara buscando, pero al fin... Queridérrimo don Bernardo: Creo que ha llegado la hora --siempre lo fue-- de actuar, debemos recosntruir esto o, al menos, no dejar que lo sigan destruyendo. Yo voy a dar caña, con lo que medio sé, la palabra, voy a escribir todo eso que tantos pensamos y nadie dice donde hay que decirlo. Yo voy a exigir a cada cual su responsabilidad, se supone que para eso nos pagan. Un abrazo.

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