lunes, 17 de febrero de 2014

La hartura

"LA HARTURA", Huelva Información, 10-2-14



La realidad siempre es más terrorífica que la ficción. Trasladamos un papel de una ventanilla a otra y observamos la mirada sorprendida de un funcionario, que te reta como si la estupidez que prejuzga en su antecesor te la hubieras llevado tú... Va uno a operarse y observa cómo el subalterno de turno contraviene a la cirujana... ¿Todo el que desempeña responsabilidades es consciente de los riesgos? ¿En manos de quién estamos? Homer Simpson, jefe de seguridad en una central nuclear, es una parodia inocente.
Bajo el lema "Huelva está harta" se convocó el martes pasado una concentración reivindicando una exposición clara de nuestra situación medioambiental. No hay que ser técnico del CSIC para ver que el cáncer campea por aquí como un Cid "post-mortem"; entre los nuestros, el pulmón, la laringe, el hígado, etc., son víctimas propiciatorias de tan apocalíptico caballero. Habrá quien lo niegue pero es tan sencillo como que quien tiene autoridad técnica ―de la política ya no nos fiamos― publique los datos reales. Porque si uno hace un historial de informes ve que sólo se orean cuando al cargo de turno o a la patronal le convienen los datos, y haberlos haylos de todos los gustos. La ciudadanía no puede estar tranquila cuando el mismo organismo dice que la incidencia del cáncer es en Huelva superior objetivamente en un "Atlas" de mortalidad específico y, después, sale un alto cargo diciendo que se ha demostrado que nuestro aire es casi pirenaico.
El Delegado de la Junta, José Fiscal, afirma que existe un Plan de Emergencia para Huelva y puede que sea hasta verdad, pero él, como todos nosotros, porque es choquero, ole, jamás recibió una indicación en ese sentido en la escuela o instituto, en nuestra orgullosa universidad o en puesto de trabajo alguno; ni hemos oído jamás una sirena, una emergencia o un aviso de nada que no fuera que llegan las carretas a la Comandancia de Marina.
Uno recuerda con melancolía aquella Punta del Sebo de lodos morados y aguas verdes, aquellas extensiones de mierda marronácea que atravesaba la canoa camino de la Umbría, aquellos peces muertos que ornaban de olor marinero los kilómetros de marisma achicharrada que tanto nos evocaban Las Vías, territorio marciano (ríete de Ray Bradbury) lleno de afloraciones sulfurosas y lagunas de aguas rojas sobre las que viven hoy tantos onubenses; recuerdo aquella barriada fantasma junto al Polo para la que algún político dio permiso de construcción... sin pisar después la cárcel, como siempre; y nos da nostalgia porque creo que entonces estábamos más conscientes y más hartos. Voto a Homer como Director del futuro Plan de Emergencia, lo mismo vio Godzilla en los cines de verano y se le ocurre algo.

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