lunes, 25 de agosto de 2014

Polémica de verano

POLÉMICA DE VERANO, Huelva Información, 18-8-14



Birlibirloque: la izquierda nueva debe ser liberal. A nadie se le ocurriría pensar hoy que planificando la economía se va a controlar el devenir de una sociedad. El papel del Estado es determinante y ahí radica la política seria, sin duda; pero nada de lo humano es mecánico, reaccionamos al instante cambiando el curso de nuestras actuaciones: a toro pasado podemos hacer diagnósticos, pero es imposible predecir con certeza. La izquierda no puede ya pretender ilusiones de visionarios; ni la experiencia histórica ni nuestro conocimiento actual nos lo permiten. Esto no vale sólo para justificar la libertad del capital sino también para su redistribución, porque menos miedo: el dinero se ajusta a los hechos, jamás huye.
¿De qué debería hablar la izquierda? Vamos a dar unas ideas de verano volviendo a vindicar la razón polémica, verbigracia:
1. Una sociedad que no dé igualdad de oportunidades está condenada al desorden, por tanto se debe luchar por un reequilibrio de las riquezas que no permita el lumpen, o sea: se acabaron las ayudas sin contrapartidas, éstas irán acompañadas de análisis sobre la propensión a la honradez, a la higiene, a la Cultura, si no: es dinero tirado. Por mucho que se repare una barriada, si aquello es el lado salvaje de una sociedad, la ayuda corrompe y compra votos.
2. La izquierda nueva debe remitir la religión a su ámbito natural: la intimidad. Ya no nos importa luchar contra los dioses, allá cada cual, pero nadie debe hacer ostentación de sus creencias, eso ha de estar reñido con cualquier actividad pública. La irracionalidad no puede respetarse, se tolera como el deseo o el hambre.
3. La felicidad de una sociedad debe ser una aspiración previa al consumo y al crecimiento: la Educación es un pilar básico para la izquierda: el muerto no oye las campanas, decía Diderot, hay que enseñar a vivir y a aceptar la muerte, hay que educar para poder expresar el afecto, y lo sexual es fundamental porque una parte muy importante de nuestra actividad viene así predeterminada: prefiero una sociedad que haga el amor a todas horas y sin ningún límite a ésta que aprende de la pornografía como el que mata en un videojuego.
4. Toda tradición es contraria al Humanismo, se limita a lo privado.
5. Se acabó la financiación de la Cultura, salvo para fines educativos; la propiedad intelectual (obras, patentes... ) se limita al control de la explotación económica.
6. Despenalización del consumo de drogas y regulación mercantil del tráfico.
y 7. La Justicia: la pena debe estar vinculada a la rehabilitación, no se trata de años, se trata de que un delincuente no puede salir de prisión sin unas garantías para el resto de la sociedad y para él mismo. La sociedad tiene derecho a protegerse y el delincuente a revisar su vida, mientras: perderá su libertad.
El debate está servido...

viernes, 15 de agosto de 2014

¿Puedo?

¿PUEDO?, "Huelva Información", 11-8-14



El abate G. de Mably decía que "El lujo proporciona a los ricos todos los vicios de la pobreza". Relean bien, porque quizá haya pocos diagnósticos más preclaros sobre lo que está sucediendo: una sociedad desideologizada, profundamente inculta que se reencuentra en la tradición, lastre insuperable para el humanismo; una sociedad que adorna con tecnología y dinero sus objetivos, sin consciencia de la fugacidad de la vida y de su insignificancia.
No me pierdo en "metafísica filosófica imaginaria", sino que voy a ser tremendamente realista. Reconozco que había perdido la fe en el ejercicio democrático del voto. La difuminación entre los dos partidos mayoritarios y la imposibilidad de romper el bipartidismo me desesperaban. Y no era una cuestión mía; observen las renovaciones, se producen con gente cuyo único mérito es haber entrado joven en la organización, cumplir con misiones irrelevantes hasta que les toque su turno. Ya con Zapatero nos dimos cuenta, y el "efecto Pedro Sánchez" no existe, porque todos sabemos que este partido se debe al sistema; lo llaman responsabilidad de Gobierno, y lo es, pero también es la conservación del orden para que los poderes económicos derramen sus migajas y los desgraciados acepten su realidad, eso sí, contentos y saciados de basura. Y eso no es izquierda.
La pobreza y la riqueza coinciden cuando ambas se ceban de la ignorancia. El pobre quiere lo del rico y el rico quiere lo que no podía tener cuando era pobre. La misma miseria. Porque son las ideas las que hacen a una persona. Y en esto llega un partido, seguramente demagógico, equivocado, incapaz de lidiar este toro que es España, lo que quieran, pero llega con un programa y un líder que habla con ideas, discutibles, seguro, y el PSOE se asombra de que desde la izquierda lo conviertan, según el CIS, en la tercera fuerza en intención de voto; y el PP alucina pensando que la división de esa izquierda le consolida en el poder, sin querer ver que la sociedad está revisando las formas políticas y que una parte muy importante vive y piensa ya de manera diferente a lo que ellos suponen normal.
La caída será dura, Podemos se corromperá; la comparación con la ilusión por Felipe en el 82 es pertinente y la experiencia terrorífica; pero mientras reabra el debate (porque la economía no es un programa sino un organismo que se retroalimenta permanentemente con su entorno, caótico, impredecible, hay una zona oscura que es psicosocial), mientras vuelva la Política, bienvenidos sean los Iglesias y otros, porque cuando la élite sólo aspira a rellenar sus cuitas de pobre, la explotación sin límite es el medio más rápido, y ni PP ni PSOE ni organizaciones empresariales ni sindicatos tienen en sus programas poner freno a esta inmundicia. Por eso forman parte de una casta.

lunes, 11 de agosto de 2014

Expolio de la Una

EXPOLIO DE LA UNA, Huelva Información, 4-8-14



Yo no amo la España-Una. Hace mucho que mi formación me permitió prescindir de conceptos relativos como patria, familia y Dios; lo digo no por epatar, sino por intentar exponer razones y no sentimientos patrióticos, siempre peligrosísimos.
Digámoslo claro: me es indiferente la interesada unidad de España, pero teta y sopa no caben en la boca; si vamos a una federación de repúblicas con una unidad cultural de referencia, sea. Pero si vamos a seguir como Estado único: por favor, leyes únicas, porque el principio constitucional de igualdad ante la ley se ve conculcado continuamente, por ejemplo: debería ser obligatorio estudiar las lenguas oficiales de España para todos, y debería ser obligatorio aprender vasco o catalán si vas a atender a ese público; pero dirimir quién saca una plaza o no, siendo la lengua un criterio, nos pone en desigualdad. Necesitamos leyes iguales; ¿hablamos de impuestos?; reformas así dolerían...
Basta ir a Cataluña para darse cuenta de que estamos en un ámbito cultural diferente, realmente son otro país y para bien en muchas cosas, estoy de acuerdo. Pero cuidado porque la patria catalana o la española o el orgullo andaluz están sirviendo para ocultar el saqueo sistémico al que está siendo sometida la ciudadanía en este puñetero país, o lo que sea. Por mucho que el caso de los EREs se fragmente en causas distintas —aspiración del PSOE—, no conseguirá erradicar el tufo a trama urdida desde las más altas instancias para solucionar la vida de los colegas; por mucha compasión que Artur Mas sienta por Pujol, es imposible no enterarse de nada durante sus 30 años de (auto)gestión; que la Gürtel huela a reunión de negocios en restaurantes caros de pijas con castellanos, camisas de rayas y pulseras rojigualdas, no debe alejarnos de la realidad: así se han financiado el PP y los demás partidos —y sus golfos en derredor— sistemáticamente, en Cataluña, Madrid o Lugo, y consentido por todos, porque sabíamos lo que estaba pasando.
Mi prioridad como español, catalán o lepero es la crisis de la democracia, peligro verdadero y no la ruptura de la patria. El modelo de partidos, como lo conocemos, ha muerto para la ciudadanía crítica. Obedecer la disciplina de voto o depender del nepotismo de una cúpula que se aferra a los cargos durante décadas para su enriquecimiento, no es algo respetado por un votante con ideas que quiere exigir responsabilidad; vincular el voto directamente a la actuación del político elegible desarmaría la estructura "padrinesca" de los partidos, donde, literalmente, nadie puede hablar o decidir sobre un sólo euro sin la aquiescencia de quien nombra y hace realidades, como Dios. ¿Por qué no debaten esto? También dolería; algo huele a podrido en España...

sábado, 2 de agosto de 2014

Ojos y dientes

OJOS Y DIENTES, "Huelva Información", 28-7-14



He ido viendo evolucionar el número de víctimas de lo de Gaza y sólo un demente puede sacar una conclusión distinta de lo que allí ocurre: es una masacre. Netanyahu puede decir que los palestinos muertos son víctimas de Hamás pero eso es simple cinismo, como lo del avión en Ucrania. Yo no creo en Dios, pero me sé de un puñado de creyentes que van a visitar el Infierno, la Gehenna, Yahannam o lo que sea.
No hace falta vivir una guerra para ver el perjuicio que supone salvo para unos cuantos privilegiados que obtienen beneficios o, en su locura, ven impresos sus retratos en los libros de Historia. No me olvido de Stalin, pero siempre he estimado que el Holocausto debía ser un punto de inflexión, el arranque de una nueva civilización consciente. ¿Cómo puede el pueblo judío justificarse ahora? Sí, sí, el terrorismo ¿pero la única respuesta es aplastar a todos? Si lo hiciera Irán, Venezuela, Cuba o Corea del Norte, por citar los diablos de la extrema derecha occidental, ya habríamos invadido esos países; curiosamente, esa extrema derecha negacionista aquí se pone a favor del ejército israelí. No entiendo nada. ¿Quién puede disparar contra niños jugando en la playa?
La proporción: una víctima israelí cada veinte palestinas. Yo estoy contra el terrorismo de Hamás, pero aquí se están cobrando algunos ojos y dientes de más... No hay justicia, equidad o compensación que se pueda aducir, se busca la venganza y el terror, el escarmiento, ¿y no es eso terrorismo? Decía hace poco el profesor Carlos García Bello que "[...] la catalogación de salvaje, el despojo de la condición de humano [...] ha sido frecuente en la historia y ha posibilitado la enorme y metódica carga de violencia que los dominadores han ejercido sobre los dominados", ¿quién es más salvaje? ¿Para qué sirven los organismos internacionales si Israel no recibe una llamada de atención tan seria como para que se estén quietos? ¿Quién va a poder evitar generaciones de palestinos queriendo aniquilar judíos a partir de ahora?
Netanyahu, un tipo con una trayectoria ética ejemplar, es un peligro para la paz. Ante crímenes contra la Humanidad sólo cabe la persecución y el juicio; no se hace porque hay quien tiene patente de corso. No soy un ingenuo, no creo en un mundo de unicornios haciendo caquitas rosas, pero tanto como nos gusta la economía: si se quiere presionar a un país, ahóguense sus grandes inversiones y prohíbanseles los movimientos de capital y el negocio con sus empresas. ¿Quién le vende armamento a Corea del Norte o a Venezuela, o a Israel o los prorrusos ucranianos? ¿China? Usen el dinero como arma arrojadiza, también genera daños colaterales pero al menos no le cae un trozo de metralla en el vientre a tu hijo de 4 años reventándolo y salpicando tu vida entera.