martes, 4 de octubre de 2016

Vértigo

24-6-16


Pocas veces tiene uno la sensación del vértigo histórico; quizá la Caída del Muro de Berlín o el 11S han sido momentos determinantes que mi generación ha podido vivir, pero esto del Brexit ha conmovido la seguridad de nuestras consciencias de forma parecida, no tanto por el impacto inmediato de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sino porque es la pieza que confirma el profundo efecto de la crisis del sistema.
Yo creo en Europa, comparto su cultura y tengo el convencimiento de que existe una identidad europea con personalidad suficiente como para constituir una entidad supranacional por encima de los países que la componemos, pero ¿es ahora mismo este proyecto el reflejo de las necesidades de esos pueblos? No soy antieuropeo, sí antidemagogos. Se lamentan nuestros burócratas del voto populista que ha generado esta hecatombe, dicen... No voy a negar ese componente porque mi posición ideológica es la contraria de los partidarios del Brexit, pero hágamos un poco de autocrítica: Europa se deshace como un azucarillo en un café ácido y ardiente que ha destruido la clase media culta que hacía posible la democracia, son los defensores de la Europa del capital los que han puesto las bases para que el patriotismo ramplón emerja como remedio a unas instituciones que sólo legislan para esa enorme clase pasiva de la especulación que no crea riqueza y, sin embargo, se la lleva calentita.
El Brexit no es el problema, es el síntoma de algo mucho mayor y peligroso. Las grandes crisis mundiales se han resuelto con guerras grandes. De momento, y toco madera mirando a Rusia y al polvorín con mecha islámica, no tenemos contienda abierta, pero está claro que hay una revolución en marcha que lo va a cambiar todo. Se queja el solemne político conservador europeo de la emergencia de populismos, me recuerda a ese padre elitista y erudito que jamás atendió a su hijo, que jamás le dio un gesto de afecto, que le proporcionó los dineros y desprecios por igual, y ahora se lamenta de no haber sabido que era heroinómano. No valoro, soy de espíritu europeísta, soy consciente de que el voto en contra de Europa tiene raigambre fascista, pero quienes lo han generado son los antieuropeos que enfundados en la bandera azul han robado el futuro de las generaciones que vienen, han favorecido una economía a imitación de la China dictatorial, se las han dado de laicos y liberales consolidando regímenes teocráticos por trincar el flujo de los petrodolares, una Europa que ignora la tragedia de sus exteriores, una Europa sin una izquierda que modere el egoísmo del lujo surrealista, una Europa cuya sangre era ilustrada y ha sido convertida en mercado de la nueva esclavitud que llaman contrato laboral.
La Europa fina se queja de los modales de la Europa tosca. Como dijo aquél, la economía condiciona el pensamiento. Como no consigamos reconducir la situación, como no devolvamos a los gobiernos la posibilidad de regular al mercado evitando sus salvajismos, este hundimiento va a proseguir. No tengo miedo, sí vértigo; la economía mundial no necesita crecer, necesita enfriarse empós de la sostenibilidad, y lo hará de una de estas dos formas: o manteniendo la acumulación en esas élites soberbias que usan la política a su mayor gloria (generando turbas de pobreza ignorante que son el medio ideal de los extremismos), o reparando los desequilibrios en favor de la libertad y la felicidad, sí, la felicidad, esto es: el conocimiento.

La izquierda es una actitud de búsqueda, una especie de escepticismo político, es pensamiento vivo frente al conservadurismo estático que sólo mira desde la poltrona del que no quiere cambios (porque no le compensan); ahora es el momento de la izquierda... o el horror.

Huelva Puerta de América

1-8-16

1 de agosto. Me da igual esa burda estandarización de las Colombinas iniciada por Pedro Rodríguez, en un intento de hacernos más Jerez, Málaga o Sevilla, entre otras cosas porque no voy. Sin embargo, querido Presidente de la Diputación, amados alcaldes de Palos, Moguer y Huelva, con todo el respeto: creo que tienen ustedes la responsabilidad de cambiar nuestro iberoamericanismo y no repetir otro 92.
La palabra "descubrimiento" respondió a una determinada perspectiva cultural, pero hoy sólo reaviva el horror de una conquista y un colonialismo que debemos asumir sin culpas, no me siento responsable por lo de Hernán Cortés pero tampoco tiene sentido proclamarse orgulloso del horror histórico que la perspectiva nos ha hecho entender. ¿Podríamos hacer algo así hoy? La respuesta es clara y por eso mismo no podemos reivindicar lo que todos sabemos, salvo peligrosa ignorancia voluntaria e interesada. Descarten también "gesta".
Huelva ha tenido (¿tiene?) la oportunidad única de ser Puerta de América para Europa, especialmente para los hablantes hispánicos. En vez de carabelas e indios de cartompiedra, hace mucho que debería funcionar una cátedra universitaria, una fundación o una estructura ora de la Diputación ora de la Junta, bien del Estado central, en torno a Colón, Alonso Sánchez, o mejor (y se le podría dar la dimensión que merece) la Fundación J. R. Jiménez, recordemos que él ya denunció esta tontería descubridora y prefería hablar de americohispanos, por deferencia a la cantidad y valía del mundo americano frente a este paternalismo tontizante de la "Madre Patria".
Por aquí debería pasar a comunicarse con Europa toda novelista, todo poeta, cualquier pintor, cineasta, científico, profesora, conferenciante... y la Universidad debería estar volcada en comunicar la actividad americoeuropea con foros transatlánticos permanentes, hablo de prestigio y grandeza, unos cursos en verano o unas maestrías técnicas sólo sirven para justificar que se ejecuta bien un presupuesto, corto, por otro lado, y nada más. Por cierto, el edificio del Banco de España, o el de Santa Fe, o el de frente al Ayuntamiento... ¿se usan?

Para esto hace falta pedagogía por parte de nuestros dirigentes políticos, que ellos mismos se crean este discurso, aunque es más fácil colocarse una banda sobre la americana y asistir a misa en La Rábida; no veo grandes intelectuales involucrados en lo colombino. Debemos ser la referencia para querer venir, el trampolín para abrirse mercados aquí, exposiciones, editoriales, becas, intercambios, programas desde la escuela hasta el instituto, gastronomía, residencias para estudiantes, investigación compartida... Ésta es la oportunidad económica y de promoción más grande que tiene nuestra provincia; lo Público no debería financiar a la empresa privada directamente, sino a través de la Enseñanza y un modelo social, esto es el liberalismo de verdad y no el de Juan Palomo; no necesitamos AVEs, ni aeropuertos ni lanzaderas espaciales: sólo Cultura e inteligencia.

El chorizo

25-7-16

España es una marca de chorizos. Muy buenos, por cierto; si uno se mueve por el mundo, el chorizo español es una seña de identidad con la que nos reconocen por todas partes. Yo creo que al final deberíamos exportar lo que nos caracteriza, porque este tipo de materia embustida, como la de España: en ningún sitio.
Supongamos que yo fuere Presidente: si la Guardia Civil afirma que hay delito en los cursos de formación andaluces y el Tribunal de Cuentas que no, después de años de investigaciones y todo lo que ha salido en la prensa, está claro que alguien debería irse a su casa, porque no es posible que la Benemérita cometa errores de ese calibre o que actúe interesadamente... es que si esto es así, la disuelvo; si el Tribunal de Cuentas, famoso por su imparcialidad, compuesto por profesionales de trayectoria ejemplar y de primera línea, es quien comete el error, pues lo disuelvo también. Eso deberían estar pidiendo Susana Díaz y Mariano Rajoy, en una democracia de verdad, en vez de alegrarse o recular según sople.
Dése cuenta, querido ciudadanito, ciudadana estimada: tal y como nos llega la secuencia de acontecimientos, el problema radica en que no podemos confiar en institución alguna, porque uno lo que ve, desde fuera, son batallas por el poder en las que las más de las veces se nos escapan hasta los motivos reales.
Yo creo que la corrupción es consustancial al ser humano, y la violencia, la avaricia, la frustración, el dominio... vamos, que no creo (ni quiero) vivir en un cuento de hadas, pero la Ley es un gran descubrimiento histórico (y, tal y como la conocemos hoy, no muy antiguo) y verdaderamente garantista, si la separación de poderes y la luz de la Cultura se extienden, claro está. El problema de la democracia española actual es que la ciudadanía ya no la toma como una aspiración para la felicidad del habitante sino como un mal menor en el que contamos con que todo es mentira, y bajo la diplomacia de las formas se esconde la basura del ladrón de guante fino, el putero hipócrita, la tonta esdrújula y el circunspecto idiota, más las barriadas-gueto en las que, mientras no salgan, no importa lo que suceda, y todo da igual porque hemos limitado la libertad a cobrar a fin de mes. Pero yo creo que no.

No existe la verdad política. En realidad, así a lo bruto, no existe ninguna; pero esa idea, a sabiendas de su inexactitud, ha funcionado como zanahoria de la burra inteligencia para llegar a algún sitio. Vale... economía, deuda, pensiones, crecimiento, vale... ¿alguien está mirando hacia dónde y para qué? Estamos corriendo por una carretera hacia ninguna parte, que decían tanto Fernán Gómez como el David Byrne de las Cabezas Parlantes; lo que vemos es una batalla estúpida en la que todo depende de quien la cuente, aquí no importa lo que pasa, Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona, el expolio del Estado sólo nos duele cuando lo hacen los otros. Ésta es nuestra baza, el no va más: Chorizos España.

Mi guerra

18-7-16

Me levanto a la mañana siguiente de la batalla con sensación de pérdida y tristeza. Pero en la guerra hay muchos matices y cada sección del ejército, de la sociedad, tiene su diferente cometido; es necesario que algunos estén en el cuerpo a cuerpo, con valentía, y entiendo la necesidad de la defensa, no cabe palabra ante el asesino... pero mi guerra es otra, en la retaguardia... dirán que con los cobardes pero no asumo tanto, no creo que dependa de mí: sólo hago la parte de un intelectual, sí, un intelectual, por qué me mira así... uno que se pregunta por las causas y quiere soluciones, y entrego esta fuerza mía con toda mi voluntad pero sin tiros.
Porque en mi guerra queremos una democracia mundial y que los Derechos Humanos se cumplan en todos los rincones de la Tierra, y para eso es necesario que todas las legislaciones se sometan a una instancia legal superior a manera de constitución planetaria, y la única herramienta que haría posible eso sería vincular la capacidad de comerciar a una separación de poderes real. En mi guerra el mercado rige la economía pero con unos mínimos garantizados para la ciudadanía porque el origen de la riqueza está en la capacidad humana de trabajar y la especulación es subsidiaria, y el medio ambiente, el espacio en el que vivimos, es una prioridad, y en mi guerra la Enseñanza y la Educación son fundamentales porque dan las claves de cómo vivir, y hay libertad para creer con la estricta prohibición del proselitismo y la invasión de la libertad del otro, y las religiones confesionales son estafas históricas y hay obligación de enseñarlas en las escuelas para que desde la infancia podamos ver cómo la fe es el principio de la ruina moral, y que bajo la piel del cordero de Dios de la esperanza en la vida futura, la moral y la caridad, se esconden la frustración, la negación de la vida, la muerte y el mal absolutos. La fe es intolerancia. En mi guerra se enseña el hedonismo, porque después de la justicia el placer es la forma de vida, y se enseña a amar, esto es: a tocarse, a ponerse en la posición del otro, a empatizar, a la desnudez, a fundir deseo con enamoramiento, y se enseña a rebelarse contra la intimidad que es la madre del control y la represión. En mi guerra la muerte no da miedo porque lo inmaterial no es, y la ciencia y la razón y la belleza sustituyen a las tradiciones, que en mi guerra no se confunden con la Cultura porque sabemos que ésa es la forma de dominio de las élites, que no son parte de ellas sino espectadores privilegiados.

El combate es universal mas mi campo de lucha es mi derredor; pienso que si estas bombas se arrojaran por doquier sería la batalla final. No sólo podemos esperar a matar al asesino; éste es el bucle del terror. En mi pelea todo responsable que no trabaje en esta dirección será criminal de guerra. La Razón no es etnocéntrica, sino el medio para evitar el fanatismo. Es duro; ahí va la vida.

De gases varios

11-7-16

¿Ha pasado Doñana de coto a cortijo? "Cotodoñana" sonaba rancio, orgullo herido de Andalucía imparable. En esta debacle todo se va al carajo (lugar en un barco). Imaginen un costoso parque para niños y que una empresa, con sus perejiles, obtiene licencia para construir debajo un matadero... sería un escándalo; pues colocar un gasoducto debajo de Doñana es una estulticia del mismo calibre, por mucha legalidad, plazos, documentación fragmentada, permisos, etc., que la adornen. Y los políticos que lo van a permitir por acción (PP) y omisión (PSOE-Cs, pacto andaluz) van a ser responsables de uno de esos autos contra la sociedad española que difícilmente se olvida. No se trata de Leyes, se trata de ética y de tener un proyecto medioambiental. Porque lejos de tolerar algo así, habría que estar trabajando contra lo que ya hay, porque este oxímoron del gas y Doñana ni es nuevo ni coge de sorpresa a nadie. ¿Por qué no poner un central nuclear detrás de la Ermita del Rocío? Total, no dan tantos accidentes (modo irónico).
El día de la noticia este periódico en sus titulares no le da relevancia; el ayuntamiento de Almonte parece negarse con la boca chica y argumenta con más política que ecología por ser cosa del PP (¿no estuvo don Felipe González por aquí?); la Presidenta de la Junta saca pecho anunciando 14.000 hectáreas más de zonas protegidas cuando se la interpela en el Parlamento y el Consejero Fiscal: legalidad; el mismo viernes día 8 se reune el Pleno del Consejo de Participación de Doñana y, aunque quiero suponer que se trataría el asunto, en el orden del día ni aparece, cuando habría merecido una reunión extraordinaria y una oposición lógica a esta barbaridad. Heineken sí estaba, ellos sí dan.
El "Agua ya" es otra irresponsabilidad que debieron solucionar los políticos hace muchos años y que pagarán nuestros hijos, hay alertas internacionales más que graves sobre la situación de los acuíferos, sin nombrar a Matalascañas, Mazagón, El Rocío... Gastar 11'5 millones de euros y cumplir con los requisitos exigidos por las auditorías es tan sencillo como dedicar gente a ese oficio, pero tener cumplimentada la burocracia no es suficiente: creer en Doñana como pulmón necesario para Europa y África y defenderla como parte del futuro del planeta es otra cosa, se necesita grandeza de ideas.

Pero nuestros políticos valen para cualquier roto, del Parlamento pasan a un Puerto o al Adif o a la banca o a una Embajada, después se rodean de técnicos cómodos que solucionen los problemas que ellos mismos crean y así va la maquinaria. Y las grandes corporaciones saben cómo engrasar este mecano, cómo embadurnar con valvulina todo para que fluya como espejo de su filantropía más que probada, grandes corporaciones que mantienen lagunas y ponen pasta para conservar el medio ambiente de todos... ¿no? (modo irónico otra vez).

Recreativos Huelva

4-7-16

A mí me da igual que a la gente le guste el fútbol; que el Ayuntamiento de Huelva quiere gastar un pastón en el Recreativo... voy a decir que a mí ni fu ni fa, haciendo de corazón: tripas. Hubo un tiempo en el que la "intelligentsia" de este país se las daba de antifutbolera (y antifolklóricas, antisemanasanta, antirrocío, antitoros...), pero hoy, cuando algunos de nuestros poetas más conocidos y progres se desgañitan por el Glorioso, todo eso está demodé. Yo sigo con cara de sorpresa por ver lo que el fútbol mueve. Y sí, lo siento, creo que es uno de esos opiáceos que nos administran, por nuestro bien, claro.
Repito, el Ayuntamiento gasta lo que no tiene en el Recre: allá él, cada político hace con nuestro dinero lo que quiere, ¿no?, así están las cosas. Quiero creer que lo hace convencido de la bondad de un gesto como ése. La Diputación se suma y fundaciones de cajas a extinguir, controladas por ellos mismos, también ponen nuestro dinero... Lo que me pregunto es si lo pueden ofrecer a su electorado como algo justificable teniendo en cuenta los expolios arqueológicos en la capital, la situación de los restos romanos, el lamentable estado de Fuentepiña o las penurias sempiternas de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, las promesas incumplidas del Banco de España, del edificio de Santa Fe... La respuesta es sí, un Ayuntamiento como el de Huelva sabe que a la gente le importa un carajo un poeta premio Nobel pero asaltaría y quemaría el Consistorio por el Recre.
La verdad es que esto de atribuir la representatividad de una ciudad a un club de fútbol me parece estupendo, para quien quiera tragárselo; hacerlo oficial con mi dinero público creo que es jugar a mantener lo dado para no tener problemas, y los alcaldes saben lo que hacen, no he visto muchas peleas multitudinarias o manifestaciones en las puertas del Thyssen o del Prado en Madrid, pero las imágenes de la Eurocopa de criminales arrasando y masacrando a todo lo móvil a sus alrededores deberían ser suficientemente elocuentes como para que la autoridades públicas con responsabilidad decidieran mantener ese monstruo al menos contenido.
Sin embargo el poder se mueve en los palcos de los estadios de fútbol, y cada ciudad, cada pueblo tiene el suyo. Si comparamos las instalaciones deportivas dedicadas al balompié con la inversión cultural en cualquier pueblo de la provincia de Huelva, entenderemos la idiosincrasia de un país embrutecido, tolerante con las deudas públicas de quienes manejan el cotarro futbolero, capaz de pagar conferencias a lerdos que se autoproclaman periodistas, un país que sólo lee la prensa deportiva, que se detiene cuando hay partido gordo, que discute de fútbol como a quien le va la vida, que ningunea todo triunfo deportivo que no sea futbolero y de tíos; iba a preguntarme cómo hemos llegado a esto, pero don Gabriel Cruz, o nuestro siempre amado Rodri, y tantos otros, lo saben perfectamente.

lunes, 4 de julio de 2016

Arturo Corcuera y Tarzán, 26-6-16

Ha estado en Moguer, en la Fundación Z-JRJ y con el respaldo institucional de la Diputación a través de la organización del 525 Aniversario, el poeta peruano Arturo Corcuera. No sé si agradecer al público de Huelva y su provincia su indolencia ancestral, porque actos como éste permanecen en el recuerdo casi como una cita privada, familiar... Juan Ramón, sabio él, creía un insulto llamar a los americanos de lengua española "hispanoamericanos", porque hace mucho que lucharon por su independencia y dudar de su mayoría de edad como sociedades es racismo, lo digo claro; él prefería "americohispanos", porque hoy es más lo que nos pueden aportar ellos que lo dado por nosotros, aunque sólo sea por cantidad. Huelva, pero sobre todo Palos y Moguer, se regorjan con su logorrea descubridora en un exceso que cualquier americano debería despreciar como ridículo; Huelva debe aprender de una puñetera vez que América es una oportunidad, no un orgullo patrio, toda esa perversa reconstrucción de la "gesta" es una chorrada que sólo sirve para engordar currículos de eruditos locales intrascendentes y políticos ansiosos de eternidad que se saben caducos. Huelva, y creo que su Diputación en particular, tiene la obligación de convertir a esta tierra en un foro cultural para Americohispania por el que pasen las editoriales, los escritores, los artistas americanos, eso situaría nuestra provincia en el mapa planetario, lo otro vendrá con más trabajo serio. Si en JRJ no se invierte, lo americanista se limita a la colombofilia, y no me refiero a los palomos.
Arturo Corcuera es un hombre corito, pero grande de presencia; su pelo cano y ralo a lo Liszt excede a la mirada, que mantiene en el recuerdo a un tipo alto que no lo es, aunque gigante poeta. El tópico lo nomina como mago de la palabra y pudimos percibir esa mancia entre olores a jazmín, paredes encaladas y una madreselva que trasminaba a dama de noche. Arturo perdió un papel y empezó lento, la edad le marca un ritmo distinto, su fuelle es corto, apenas reguerillo, pero ventalle de sabiduría; ahora lo pienso y ese papel se perdió queriendo, porque todo retórico sabe que la ley es ir de lo menos a lo más y al final de su lectura nadie recordaba la fragilidad. Su verbo suave y cadencioso, rítmico y sibilante, emotivo y repleto de una ironía finísima y amarga, llenó de luz la oscuridad en sonochada del patio de la casa del Moguereño.
Sus poemas tienen esa virtud de la depuración, de con casi nada decirlo todo, pero cualquier aficionado al verso descubre en ellos una orfebrería de ideas, de eufonía y cadencia que lo hacen poeta singular y repleto de vida, porque todos sus textos son obras completas y complejas de técnica, sin embargo no traslucen la maquinaria.

Que gran fiesta tener a Arturo Corcuera en Huelva, en Moguer, emocionado con un JRJ que sigue siendo más apreciado allí que aquí, citando a Derek Walcott, Julio Ramón Ribeyro, Carlos German Belli, Octavio Paz... Ha sido una de esas citas históricas que alguien recordará por escrito. Su verbo despacioso y risueño, su amabilidad, su conocimiento de la realidad social, política y cultural española (Rosi Andrino, compañera de vida, es del Barco de Ávila), todo hizo de la noche del viernes un aparte en el tiempo. Hay que reeditar en España ya su Noé delirante, por ejemplo, libro soberbio que lo pretende todo y casi lo consigue, nada es perfecto. Oírle leer su "Tarzán y el Paraíso Perdido" con voz quejumbrosa entre la lágrima y la carcajada, un Tarzán derrumbado, destruido y vencido, es una lección de poesía que jamás olvidaremos quienes estuvimos allí. Arturo Corcuera, acuérdate de nosotros mirando el cielo de Lima y los chuparrosas inflamados...

Por uebos, 27-6-16

Se hace raro empezar un artículo igual sin repetirse, porque es la realidad la que se itera. Es lunes, me leerá usted en un bar, quizá café, afuera ese aire aún fresco de una mañana de verano que amenaza con aplastar de calor y una picardía en los rincones que tiene algo de lúbrico, tanta carne al aire y tan pocas ganas de morir... Ayer hubo elecciones y este texto no sabe los resultados...
No los sabe pero lleva toda la semana dando vuelta a esas conversaciones de tono chulesco grabadas en el despacho de un Ministro entre el titular y un tipo encargado de vigilar nuestras cuentas con Hacienda. Verán, por mi educación católica tengo tendencia a la culpabilidad y al menosprecio propio, ya saben que las religiones te destruyen eliminando tu capacidad para vivir libre y feliz, negando la realidad: esto da como resultado, en mi caso, que idealizo en exceso la vida de los otros, de manera que una escritora, un músico, un gran abogado o una persona de éxito cualquiera me parecen moverse con parámetros que yo no alcanzo, ésos de arriba los imagino con nivel, formación, conocimientos y vidas ejemplares... después resulta que no, que la misma mierda que encuentra uno en los arrabales flota en los intersticios de las alturas, sólo que la suerte, el azar (maneras de nombrar la ignorancia) coloca a unos en un lado y a los demás en otro. La distancia corta suele defraudar, el gran personaje cae por su peso a la normalidad más estupidizante y, salvo rara ocasión, las hay, no encuentra uno esa maestría que podría encarrilar tan bien la vida propia.
Vamos, resumiendo, que no abundan los grandes ideales sino la basura cotidiana convertida en solemnidad, un poco de gomina o un ejercicio de peluquería y ya es una o uno Autoridad. Quítame a éste, promueve a aquélla, destrúyela o súbemelo, mi primo, mi cuñada, los míos, ya sabes, los nuestros, y al final un ignorante de pacotilla tiene en sus manos nuestro futuro y una responsabilidad que no es capaz ni de calcular con ángel de la guarda incluido, y todo diseñado para tragar por uebos.

Metafísico estoy y mira que como. Cuento con que la naturaleza humana es dispar, pero admitamos que hemos permitido que la mediocridad se imponga: el desprecio a la cultura empós de la tradición, el ninguneo de la razón a favor de la fe, el desprestigio del humanismo para apuntalar la avaricia infantiloide como estado natural, estamos gobernados (y no sólo en política) por una panda de farsantes que en su soledad lo saben, gana la maldad garrula sobre los ideales. Yo prefiero vivir en la utopía, sabiendo su imposibilidad pero moviéndome hacia ella, para no dar todo por acabado, prefiero eso que ser un idiota realista que desperdicia su vida hasta morir indignamente (recuerde: nada hay después, y lo sabes). ¿Cómo estará yendo la mañana?

Radicales & Populistas, 20-6-16

1. RADICALISMO: sostener que la economía funciona por una providencia o mano invisible y que por tanto no requiere retoques, controles o intervenciones; que la pobreza es un daño colateral e inevitable para que ésta se estimule y funcione; que bajar los sueldos, abaratar al despedido y precarizar los contratos son el único catalizador capaz de generar puestos de trabajo, y por ello no hay alternativa si queremos crecer; considerar que este crecimiento económico es el medio único para crear trabajo y que el consumo es la única sangre de este cuerpo, aún sabiendo que la destrucción del medio ambiente llevará a la ruina por sobrexplotación y al fin de la vida como la conocemos; mantener la globalización del mercado imponiendo cada vez normas más estrictas a las personas migrantes; adobarse de ideas interesadas y hablar del “fin de la Historia” como si oponerse al modelo dominante fuera un pecado contra el progreso y la Humanidad; no ser racista, sexista, xenófobo, clasista sino de orden y normal; mantener la unidad de las patrias y sus símbolos por encima de las sociedades y las personas que las conforman, con el uso de la imposición y la violencia si fuera necesario; sentir vértigo y ver por todas partes iluminaciones en contra del cambio; prometer gobernar y después no tener capacidad de gestión y limitarte a obedecer consignas y seguir como rémora y autoridad el funcionamiento del Estado; anteponer el "de toda la vida" a tus verdades como puños...
2. POPULISMO: llamar pueblo a un ente uniforme de tradiciones venerables, sensatez ejemplar y sabiduría automática que no necesita tanta Cultura ni estudios superiores; decretar siendo político la existencia de una mayoría silenciosa que no se preocupa de lo que hacen los políticos, sino de trabajar a diario como toda la vida; manipular el discurso en función de lo que interesa que piense y vote una mayoría; llamar Cultura a la tradición para gobernar desde aquélla y manipular desde ésta; salir en procesiones religiosas consolidando el inmovilismo de una sociedad por medio del paternalista "es lo nuestro"; erigirse en heredero del pasado en vez de propugnar la felicidad en el presente; utilizar pronombres posesivos para hablar de la ciudadanía; otorgar ayudas, subvenciones o actividades públicas por simpatía partidista, por apoyos electorales o en campaña; denigrar a la función pública como pieza inútil interpuesta entre el pueblo y el dirigente; aparecer en eventos deportivos, folclóricos o religiosos por obligación (o fe); desfilar con una corte, como si fueras una más; usar el protocolo como mecanismo de diferenciación; lavarte las manos de lo que ocurra en tu negociado porque lo has hecho por el pueblo; carecer de proyecto y actuar en función de demandas concretas; estar con el pueblo, pero sin el pueblo...

Ya sabe quiénes son los radicales y los populistas, no es muy difícil identificarlos, si les vota el 26 tendrá después todo el derecho a quejarse pero oirá un machacante "Te lo dije".

Clara Janés, 13-6-16

En mi cada vez más largo ay recorrido de escritor modesto, recurro a preguntarme perpetuamente qué es la Literatura. No lo sé. Suena raro, pero me provocan estupor ésos que tan claro lo tienen, ésos que hacen novelas o se tienen por poetas o se definen como ensayistas, con el desparpajo de equipararse a quienes de verdad ejercieron ese raro oficio de leer y escribir. El misterio de la creación es complejo, compleja es la perpetua necesidad de aprendizaje y el apabullamiento que se sufre ante lo bien hecho y la cascada de lecturas y ejercicios técnicos que parecen deuda constante y sin término que se debe afrontar...
Asisto al discurso de Clara Janés en la toma de posesión de su plaza de número de académica electa en la Real Academia Española. Me desborda la belleza de su obra, su intento único de armonizar los límites de la ciencia y la poesía; Janés hace versos con los principios básicos de la mecánica cuántica, recrea la matemática que hay tras la música, intenta ser en sus textos una imagen especular de las cosas, de los animales y sus pasiones, cada vez más muestra una evocación de ese silencio ruidoso que hace el mundo al acontecer. Es vida.
Y releyéndola días atrás, pensando en diálogo con ese hablar callado que el poema nos trae sin la presencia de su autora, creo hallar una respuesta, un destello momentáneo que tiene algún sentido; no todo lo que se escribe es Literatura, no todo va a perdurar, no todo es clásico. Para que un texto tenga valor ha de ser escrito con distancia, el escritor que de verdad lo es posee un sacerdocio que imprime carácter, una seña indeleble e identificable porque vive en el más allá —que está acá— para mirarlo todo con perspectiva, entiende la vida y el mundo desde una utopía de la Belleza que marca lo que por su pluma pasa. Los hay que cuentan, los hay que describen sus emociones, quienes inventan historias o las recrean... pero no basta. Hay que construir la mirada, sufrir, saber, acompasarse con todo, hay que salir de uno mismo y sus circunstancias para que el discurso tenga un carácter universal, valido más allá de la literalidad, del momento, de su sociedad, capaz de ser reinterpretado por cada lector, que, como dice Emilio Lledó, es el contexto real de cada lectura.

Resulta ser el escritor un chamán que, en vez de conducirnos al otro mundo, nos dirige con sus textos a una vida como lo cotidiano no nos permite verla, a ese éxtasis presente en todo que se nos escapa como arena entre los dedos por culpa del tiempo y sus miserias. Pertenece Clara Janés a ese Parnaso de grandes capaces de levantarnos el instante, Sibila que nos avisa de esa bondad inútil del mundo que dejamos atrás... No confundir, eso es poesía de verdad. Y cuesta.

España, eres Púnica, 6-6-16

El diccionario de la RAE siempre es útil; dice que “fe púnica” es mala fe, o sea: torticera voluntad. Con este rollo de los Eres y la Púnica a uno se le queda cara de gilipollas. Primero no entiendo a estos comentaristas que deslizan la insidia según la cual los Tribunales actúan políticamente, claro está: siempre que meten mano a quienes no son de su “gusto” (y hay gustos muy caros). Segundo, dicen que hay procesados que no se han lucrado personalmente; no estoy de acuerdo, porque tener una carrera profesional en la política sin haber trabajado nunca fuera ya es una forma de lucro, tener curro garantizado para toda la vida es lucro, tener poder cuando uno no ha hecho nada de mérito es lucro, promocionar a artistas, amigos, familiares y compañeros de partido es lucro, es lucro esa puerta giratoria que te lleva a los sueldos de los líderes y si algo hemos aprendido en estos años es que el dinero paga a abogados que enredan todo de tal forma que, al final, parezca casi legal.
También resulta muy molesta esa docta ignorancia u obediencia debida que usan como ariete nuestros responsables públicos para decir que no sabían, que no eran conscientes del enriquecimiento y formas de vida a su alrededor; vamos que aquí se emborracha uno con dinero público, compra coca, visita bares de alterne, adquiere un Jaguar sin querer, te llevan al Alfonso XIII dos putas de confianza desde Barcelona, todas estas cosas ocurren a abnegados servidores públicos que por la mañana son todo seriedad, Ley y orden. ¡Un mojón!
O sí, todo eso es verdad y no sé qué es peor… Puede que esos cabeza de listas de los partidos sean tontos amortizados al servicio de quienes controlan el cotarro, los que se mueven creando empresas, simulando actividades económicas, ésos que todos los días tienen comidas de trabajo, viajes, pelotazos acullá, listas para hacer regalos en Navidad, invitados al barco en verano, hijas en universidades inglesas, hijos bien situados y nietos graciosísimos y bilingües.
Hay que separar el lucro de lo político, y ésa es la esperanza que no pueden defraudar los partidos renovadores. Hay que limitar el tiempo en que uno puede cobrar ejerciendo de político, sea cual sea el destino; hay que auditar la actividad que desarrolle y las cuentas de quien voluntariamente, no lo olvidemos, se presenta; hay que prohibir por Ley la propaganda, es decir, todo tipo de presentaciones, inauguraciones, anuncios y promoción de la actividad institucional, no hay mejor publicidad que el trabajo bien hecho; los actos de protocolo deben limitarse a las obligaciones más estrictas del Estado; hay que devolver a los funcionarios públicos su papel de notarios de la actividad pública, eliminando el concepto de la “confianza” como subterfugio para contratar al colegueo.

El 26-J es san Pelayo; ya huelo a rancio; ¿o cabe la esperanza? Piénselo.

Los barghawatas, 23-5-16

En mi juventud viajé por Barghawata, país en el Norte de África hoy desaparecido. Recuerdo intensamente un raro fenómeno de histeria colectiva vinculado a los rituales mediterráneos de fecundidad, fin de la siembra, una enorme orgía controlada por la casta yunusita; se consumía cannabis de muchas formas diferentes para la exaltación de un pequeño olivo antiquísimo sacado en volandas por una multitud de jóvenes que rechazaba agresivamente a todo foráneo. La rígida moral cotidiana se aliviaba, y puedo dar fe.
Íbamos en peregrinación hacia la aldea de Azemmour, a unos cincuenta kilómetros de la capital, en mitad de una reserva natural que la ONU regaba con millones de dolares a mayor gloria de los gobernantes. País desarrollado para su época, gustaba de atravesar campos en carros y camellos; el desafuero llevó a muchos animales a la muerte extenuados, a pesar de que se les valoraba como riqueza y estaban preservados, pero una norma no escrita toleraba a urbanitas que golpeaban o desatendían a las bestias con una mezcla de ignorancia y maldad, que suelen ir juntas.
Hicimos noche. La corrupción sistémica del reino barghawatí se manifestó; apareció el ejército para montar casetas lujosas a los más señalados, por cierto hasta con agua provisional y pozos ciegos, rigurosamente prohibidos y rebosantes al rato de inmudicia; los mandos militares permanecieron como convidados de lujo toda la noche. El espectáculo al amanecer era como la estela de basura que dejábamos por parajes que no podían ser pisados por persona privada alguna, tal era su protección. En los taludes, vasos vacíos tapaban mortalmente nidos de abejarucos. Una llamada oportuna permitía moverse casi por cualquier sitio; una invitación saldaba el favor, cualquier camino era posible dependiendo del nivel del otorgante, incluido el extremo de pernoctar donde criaban los pequeños elefantes señeros de la zona y destinatarios de las ayudas internacionales.
Era repugnante ver al más bajo de los cargos públicos inventar actos para garantizarse una asistencia subvencionada, sin contar la prohición expresa de que como tales asistieran a actos religiosos, teórico avance de la legislación autóctona. El propio Ministro alardeaba de fe y de un cumplimiento de las normas que sólo rezaba en sus informes falseados para adecuarse a ellas, visto el desastre insostenible. La guardería era comparsa del espectáculo, y consciente, guardo alguna foto comprometedora. Ver arrancada una pequeña elefanta de bronce a la entrada, símbolo de la reserva, describía bien la desolación consentida.

Medio país paralizado, la prensa volcada fomentando el paseo del olivo sacro, como visitante me pareció todo pintoresco y chusco, con un regusto salvaje... que desaparecía con tanta impostura y galas de lujo, hasta hacerse absurda como toda creencia analizada desde fuera; cosas de antropólogo entre barghawatas.

Bachillerátese, 16-5-16

En Bachillerato estudiamos a Kant y la Ilustración. Distingue éste un Uso Público de la Razón, cuya determinación es someter la opinión privada a los límites del conocimiento y al Universo de los Lectores; y hay un Uso Privado, al que deben cumplida fidelidad las personas públicas en ejercicio, pues los obliga la Ley y no hablan como individuos sino en representación de sus nombramientos, verbigracia: la Carrera Judicial.
El cese de Emilio de Llera es tan necesario como la democracia; tras comparar la independencia del Poder Judicial con la de Hitler y llamar "enferma" a una sociedad que pudiera votar a Podemos (empiezan a aparecer encuestas que sitúan la intención por encima del PP, tras la unión con IU), sencillamente no merece estar en un cargo de Consejero de Interior y Justicia por antisistema, y cómplice el gobierno que lo sostuviere. Tiene libertad de expresión como ciudadano pero como cargo público debe medir lo que dice, y no puede dar a entender que está por encima de las normas votadas en los parlamentos; si no fue cesado "ipso facto" es porque nuestra sociedad está enferma pero no por votar a Podemos (o a quien sea) sino de corrupción, porque si lo dice y no actúa él es colaborador de la miasma que denuncia, ya que es el máximo representante del ramo en Andalucía.
Y si es verdad que el juez que sustituyó a la exparlamentaria Victoria Rosell ofreció a un acusado, a cambio de condescendencia judicial, putearla por ir con Podemos... muchas cosas siguen aclarándose y da mucho miedo. Empieza a parecer que importa cualquier medio para evitar perder el cotarro: circula una retahíla de sandeces propias de la demencia... y la intolerancia. Este discurso del miedo y la exclusión de lo "anormal" es propio del fascismo; han agredido a la Directora del Jueves por hacer un chiste antinazi, el mismo José Mota ha debido pedir disculpas por una chorrada de gag... Algunos lo llaman "diseño de contenidos" o "línea editorial" pero es censura, afirma con inteligencia el humorista Manu Sánchez.

Vivimos una época crucial, porque las ideas que sustentan nuestros valores constitucionales le importan un carajo a los partidos mayoritarios que nos han manejado, hasta ahora. Es una impresión mía: se legisla para evitar responsabilidades derivadas de la incompetencia de gobernar, como ocurre con la inquisitorial petición de justificar no tener antecedentes de agresión sexual a menores para trabajar con niños, ¿no puede controlarlo el Estado con sus bases de datos?, ¿desde cuando debemos probar nuestra inocencia? Sólo les interesa el Poder y vendernos la ficción de una democracia que, de seguir así, va a ser una parodia de mal gusto. De esto deberían hablar un alto cargo de Justicia, de estos valores que se estudian en Bachillerato y que, desde su altura soberbia, ya no recuerda.

Colorines, 9-5-16

Hay que leer a Vargas Llosa; ya sé que si liberal, conservador, pero deberíamos acostumbrarnos en este país a que se pueda ser de derechas e inteligente e, incluso, culto, aunque nos lo pongan tan difícil. Dice este americohispano que la Cultura actual se ha transformado en espectáculo, y él debe saberlo, desde luego. Vano, añadiría yo; y conversando con el pensador, poeta, editor y columnista vecino de los jueves, Javier Sánchez Menéndez, junto al profesor de la Hispalense Miguel Benítez, nos decía que falta en el mundo intelectual honestidad, que la imagen que uno es capaz de construir se sobrepone al talento, a la obra y a lo que sea. Es el vacío. La Cultura, nuestro trampolín para separarnos apenas del animal de fondo y evitar la barbarie, se ha evacuado y queda una forma huera que sólo sirve para entretener e identificarse con una clase social que no es ni pobre ni proletaria, una especie de burguesía administrativo-funcionarial que se lava sus vergüenzas con lectura basura, cine cutre, música impostada y esas comidas complejas que saben a todo a la vez. Colorines.
El feo asunto de los periodistas Miguel Ángel Aguilar e Ignacio Escolar, despedidos en sendos medios de apariencia progresista tras informar mostrando "discrepancias" con la línea oficial, muestra la precariedad de una prensa sometida a criterios economicistas y atrapada en esta vorágine de inmovilismo que acojona a todo quisque, en la que la "pertinaz sequía" se ha convertido en Venezuela, la "horda marxista" en Podemos y el escritor en un conferenciante para rastrillos de alguna Borbón entretenida con cosa de mujeres (de bien) (y caritativas). La degradación de los “media” ha ido al compás de la de nuestra salud democrática.

Porque esta normalidad de bien, decimos, de orden, de la que hablan don Mariano Rajoy o don Felipe González, nos está dejando a todos los demás inermes frente al Sistema o Poder. Quién puede hoy reclamar algo sin riesgo de un despido perfectamente legal para un contrato de mierda y un salario miserable. Ahora anuncian, como en aquellos años del desarrollismo, 5.000 puestos de trabajo en ese supermercado que todos conocemos por 1.100 € al mes... Si esto es un buen sueldo y la hipoteca media es de 150.000 y cuesta entre 700 y 800 al mes durante 25 años... ¿dónde está la justicia y el reequilibrio de la riqueza amparados por los art. 39 y 40 de la Constitución? ¿Mantiene esta proporción de ganancias la empresa? Y no lo digo por comunismo, sino por algo de cajón: si no hay posibilidad de consumo, el Sistema se condena al colapso; aumentando la diferencia entre los ricos y pobres el poderoso aguanta mientras pueda explotar a los siervos de otros países… ¿hasta cuándo? Otro 5% ha subido la venta de productos de lujo en España; desde que comenzó la crisis en torno al 20%. Hace falta un cambio real, no un disimulo, querido público.

El miedo a votar, 2-5-16

Nos venden que unas nuevas elecciones son un fracaso del sistema democrático. Ahí se ve el tufo autoritario de éstos que casi siempre detentan el poder. La falta de Gobierno no es más que el reflejo de la complejidad de la situación actual de la ciudadanía española. No pasa nada, si hace falta votar mil veces se vota y los botamos y ya está. Ésta es la Soberanía del Pueblo, éste el resultado de nuestra decisión soberana. Llámenme psicótico, pero para mí que estamos jugando los formadores de opinión pública a desprestigiar el acto de votar con un fin muy concreto: promover la abstención, que beneficia al PPSOE. Todo lo que sea movilización del voto, agitar conciencias, analizar la realidad es sustituido por cantos de sirenas de nuestros tertulianos y portavoces políticos, cuyo único objetivo es ver qué pasa en Venezuela (¿Dónde está Kuala Lumpur? ¿Existe Liberia? What the fuck with PP?) y asustar con Podemos (Luena, del PSOE, media hora machacante en RNE con monotema sin oír las preguntas). El Rey, ¡ave!, dice que moderemos el gasto en la campaña; mas ¡qué son 155 millones de Euros en comparación con el presupuesto mediobillonario del Estado! Una bagatela, entiéndase que yo no la creo ni necesaria, pero me insulta que me llamen derrochador por mi “fiesta de la democracia” cuando ellos siguen en la orgía de lo putrefacto, que diría un surreal.
Nada ha cambiado: no se han limitado los periodos de vida política, el arte de colocar al asesor sigue siendo la mejor estrategia para vivir, hemos reflotado con nuestra sangre a la banca, los ricos siguen ampliando su lejanía, hemos aumentado la deuda pública (a pesar del subterfugio de meter la prostitución y el narcotráfico como parte del PIB), el paro se está convirtiendo en estructural y casi el total de los empleos generados no solucionan el futuro de nadie porque tienen condiciones de temporalidad y económicas que tapan sólo el agujero del día trabajado; se sigue hablando de la imposibilidad de mantener el sistema de pensiones y la Sanidad, se ha externalizado la Educación Infantil y hay generaciones enteras sin saber qué Ley Educativa les ampara… Nuestros representantes son los mismos, y no me refiero a las personas sino a que nada ha cambiado en sus aforamientos, sueldos, opacidad en sus gestiones, nombramientos, carreras profesionales.

Eran otros tiempos, los de la crisis. Y lo peor es que nos dejamos engañar. No me extraña que el PSOE en vez de debatir si deben votar los mayores de 16 quiera ampliar la Obligatoria hasta los 18, se quita cientos de miles de parados y evita el voto impulsivo; o que el PP parezca una momia inmóvil, es un reflejo de sus 7 millones de votantes indiferentes a todo y muertos de risa con Bertín. Al final les va a molestar tanta elección, se les ve venir.

A la inmensa minoría, 25-4-16

El mundo conservador acusa de populismo a quienes dicen o pretenden lo que la masa quiere. Y voy a darles la razón, pero lo ponen muy difícil para que sea de otra forma. Cuando veo a Fabra (el abuelito del aeropuerto) salir de la cárcel después de defraudar cientos de miles de euros, o nuestro Pte. Aznar anunciando denuncias por revelación de sus datos de Hacienda después de asumir una multa de 70.000 pavos por haber "optimizado su fiscalidad" (así describió este tipo de operaciones el ministro Josep Piqué, marido de la Dtra. de Informativos de A3), a la Barberá acalorada por su casi segura investigación por blanqueo, toda esa mierda de los salvapatrias de Panamá (dictando verdades sobre lo que debe ser España y llevándoselo calentito fuera por si las moscas), cuando veo cómo las cuentas del Gobierno eran mentira o se han perdido para comprar votos en las últimas elecciones y comparo todo con el asalto a supermercados para repartir entre los pobres (por otra parte ejercicio fundamental en comunidades cristianas del Norte de Europa durante la Baja Edad Media) me pongo negro y pienso, sin justificar el ilícito del robo de ninguna manera, que hay una desproporción entre la ejemplaridad de la Justicia dependiendo del delito que uno tenga a mano, o sea: dependiendo de la clase social a la que uno pertenezca.
Si usted es pobre y delinque se va a comer desprestigio, años de cárcel, ruina, contacto con lo peor y por tanto podredumbre garantizada para el resto de su vida. Y todo por llevarse 3.000 euros de una gasolinera, 1.500 de una tienda, un reloj y unas joyas de una gran superficie. Supongo que es correcto. Pero ¿qué ocurre si usted dilapida millones de euros públicos a mayor gloria de su figura y su partido? ¿Qué ocurre si usted prevarica? ¿Qué ocurre si usted defrauda millones a Hacienda? Su equipo de abogados se encargará de todo, no se preocupe.
Me repugna la grandilocuencia de esos políticos inauguradores que han dejado un reguero de placas por toda la península; porque la Historia, o sea: el tiempo, olvidará toda la basura que les ha rodeado y cuando se vaya el olor habrá hasta que agradecer su papel histórico repleto de rotondas, avenidas, edificios, jardines, restauraciones, museos y demás "progresos". Si uno está 15 ó 20 años en un cargo ¿no dejará una huella obligada su gestión? Tendría que hacerlo queriendo para pasar desapercibido.

La Historia es el hueso que queda cuando se pudre lo orgánico, lo saben y lo han hecho así, mientras el pueblo sólo pone sus vidas como caldo para su gloria. Cuánta miseria humana disfrazada de solemnidad. Cuando uno se pregunta si agachar la cabeza ante un noble inútil o si escudriñar los motivos de la pobreza en su sentido más amplio, elige lo primero si ha enfermado de vanagloria; yo me quedo con los populistas. Ya se verá.

Las Cervantas, 18-4-16

A la retirada del Rey han seguido años muy duros; crisis crónica agravada por un Estado en permanente recaudación con un solo fin: financiar batallas políticas, con el pueblo fuera del objetivo del beneficio. Una economía indiferente a la precariedad laboral y salarial (cuando no aprovechada), en manos de banqueros con prácticas cercanas a la usura o directamente lesivas para sus contribuyentes, capaces de provocar quiebras de Estados. La honradez y el trabajo convertidos en baldón, los cargos políticos como única plataforma real para tener un futuro y ascender en el escalafón social y de la riqueza. La consolidación del fanatismo religioso y populachero provocado muchas veces por el propio poder político. Descenso de la tasa de natalidad…
Esta agorera descripción corresponde a una España, la de Cervantes, y está hecha por el Catedrático de Literatura Javier Blasco en su biografía del Manco (pp. 277): ¿no es exactamente la nuestra? Me pregunto si vindicar el Quijote, 80 lustros después, tiene mucho sentido si ya nadie lo lee (hasta la Academia publica una adaptación) y si la sociedad que parodió sigue exactamente igual, incluidas corona, nobleza, iglesia y feudos, porque Blasco propone, entre otras lecturas, a la locura de Alonso Quijano como “alter ego” del contrarreformismo felipista, una nación entera expoliada para mantener guerras que garantizaran la salvación en el otro mundo del emperador católico y su pueblo colaboracionista, expulsados ya todos los infieles.
Cuando miro a esta tierra orgullosa del expolio americano, de la pérdida de Cuba, nostálgica de imperio y riqueza me pregunto si el 98 acabó o si seguimos emperrados en esa malincónica fecha. Usted dirá que los escritores de hoy son más malos pero las librerías de viejo están repletas de autores que entonces eran profesionales y vivieron de la letra en su más amplio registro, hoy son basura estadística, por tanto no hay diferencia.
Triste España sin ventura; hay aquí sólo dos linajes, Tener y No-tener. Pero aclara Blasco que Cervantes, frente a otros que no veían más que lo que querían ver, pudo hacer esta composición satírica que ha sobrevivido quizá porque, en el fondo, es un retrato eternamente presente de la bondad y maldad humanas sin criticar la pasión, el vicio y la culpa sino la estupidez, único pecado que merece castigo (no cárcel, sino estudios).

Uno se mueve con nuestro escritor de un extremo a otro, ¿héroe o espía?, ¿sodomita traidor o esclavo del mal?, ¿funcionario o corrupto?, ¿ciudadano o convicto?, ¿cristiano viejo o rufián de las Cervantas?, ¿católico o erasmista? Uno mira esta España de politicuchos, pobres hartos de comer y corrupción estructural, y en los vicios Cervantinos ve la virtud, hijadalgo.

Derecho o autor, 11-4-16

Casi el 90% de los contenidos que se mueven por internet en España son ilegales, dice uno de esos informes que se orean cíclicamente en la prensa. Oigo en la radio a unos profesionales de la Literatura insultar a los descargadores ilegales y sus locutores corifeos apoyándoles con naturalidad, porque se ve que esa gente jamás se ha hecho con un disco, una película o un texto por la cara. Y uno afirma que a nadie se le ocurriría robar una tortilla de patatas por tener hambre (se ve que tiene clara su idea de la justicia social; es uno de esos poetas-héroes del progresismo y no decimos su nombre para no inmortalizarlo), por tanto no debemos alentar la descarga pirata, ladrona prefieren decir.
Niego la mayor: escribir no es vender tortillas de papas; bueno, en su caso, puede. El Arte es un ejercicio que requiere público y si no: no lo es. No existe sin este milagro de la interpretación, éste acto le da realidad por lo que la difusión es parte integrante, no un fin en sí misma (para comerciar). ¿Cómo puede un matemático reclamar la propiedad de un teorema ignorando la Historia que sostiene sus ideas y vendérnoslo como algo suyo exclusivamente?
No hay ideas “ex novo”; hay contexto histórico, hay formación, hay una sociedad que es el sustrato sin el que no tenemos ideas; por tanto, el “creador” es más bien un modelador de algo preexistente, no debería atribuirse tanta importancia. El argumento que sirve para justificar su cobro por la “propiedad”, sirve igualmente para reclamarle que pague por lo que se le ha cedido para que pueda elaborar su obra.
Una industria farmacéutica puede desarrollar una investigación, registrar una patente pero ¿puede negársela a la sociedad? ¿No es amparar el asesinato en favor de la explotación comercial? Si yo supiera operar un tumor cerebral con exactitud, ¿por qué no registrar la técnica y sólo aplicarla a quien me pague? Nótese que yo no niego la necesidad de proteger el derecho del trabajo intelectual a cobrar por la explotación. Si este periódico gana dinero con mi trabajo, debería pagarme proporcionalmente; pero permítanme la ingenuidad, si yo escribo ¿lo hago sólo por la pasta? No existirían la Ciencia ni el Arte que han compuesto lo que somos...
Supongamos que soluciono el cáncer y lo registro, ¿tendría derecho a no explotarlo? Estamos colaborando, bajo el supuesto de la protección de los derechos de los creadores, con un crimen de lesa humanidad que impide la aplicación de vacunas, medicamentos, ingenierías… con el fin real que deberían tener: el Bien, entendido como beneficio para la sociedad (que decía Hume).

Sutilmente desplazamos la investigación al ámbito privado, que justifica sus precios amparándose en los costes de inversión. He aquí otra revolución pendiente, exigir ética a los intelectuales, en vez de construir panamás para la optimización de los dividendos. No es volver a lo público para impedir la competencia, es devolver a la sociedad la Justicia.

Chicotá, 4-4-16

Cuando IU pactó con el PSOE de Griñán y entró en su Gobierno critiqué duramente esa posición; fue un error político y estratégico, a las pruebas en Andalucía me remito. No sé qué está pasando en Podemos pero, por momentos, parece que puedan cometer el mismo error. Los que hemos visto funcionar en las instituciones al PSOE sabemos que tiene una militancia admirable e ideologizada pero que quienes llegan a los cargos lo hacen por movimientos internos de grupos de presión, familias, intereses espurios, cuando no por corrupción pura y dura (44 familiares he oído en la radio que le achacan al presunto inocente Javier Guerrero en una sola jugada); ya sé que pagan justos por pecadores, pero es lo que tiene albergar tantos pecadores en la familia... No quiero recordar el boicot que el propio partido hizo a Parralo como alcaldable, por no venir controlada por el "number one" de Huelva y saber leer.
Lamento decir esto como hombre de izquierdas que soy, pero gobernar con el PSOE andaluz (el español ha perdido mucho fuelle y por tanto poder) es como gobernar con ese PP considerado por algún juez como una maquinaria delictiva; me dan arcadas las grabaciones valencianas pidiendo cambiar la hora de un partido de fútbol por la boda de una hija, nivel-cortijo. Si Podemos o Ciudadanos se dejaran abrazar por este sentimental llamamiento ("Yo soy tu padre", dijo Anakin), morirían abrasados por el lado oscuro. De ser yo votante de estos partidos nuevos, me resultaría indistinto que invistieran como Presidente a Rajoy o a Sánchez, porque lo mejor para España (no para estrategias de cargos o experimentos políticos) sería que los hicieran gobernar en minoría obligándoles a pactar diariamente con el demonio incluso, hasta dónde pudieran llegar, y después aquí paz y después elecciones.

No se trata del "ere" de FCC o lo de Abengoa, del incremento del paro, del déficit del Estado español tras las elecciones (nivel-cortijo otra vez), toda esa basura es la misma, lo diferente es la calidad de la misma: estamos en una situación crucial, no se puede arreglar esta economía porque funciona así, su esencia es corrupta, la decisión es promover un cambio estructural lento pero claro, porque este barco se va a pique, se augura otro colapso financiero pronto. Estamos en mitad de una revolución en apariencia menos cruenta que otras, pero gobernar con éstos (por el bien de España) es una falacia que sólo dará aire a los que creen que las reformas laborales son necesarias, que la presión fiscal es justa, que el modelo productivo no puede ser otro, que la enseñanza o la sanidad públicas son asistenciales (en favor de la excelencia privada) y que los valores de sociedad tradicional del cardenal Tarcisio Bertone (200.000 pavos del hospital infantil Bambino Gesù para reformar su ático de 600 m. en lo mejor de Roma) se resumen en una chicotá.

Claro y distinto, 28-3-16

Soy un defensor acérrimo de la individualidad. No concibo más cambio social que la Educación y la Cultura porque no creo en ningún mundo mejor si no es a través de la transformación de nuestro sistema de valores. Por eso no tengo ni Dios ni patria ni familia, sino que construyo mi espiritualidad, labro mi terreno y procuro convivir con mis maldades sin dañar en exceso a mi alrededor. Cuando se enseña a través de tradiciones y prejuicios, se elimina lo singular, se elimina la posibilidad de elegir. No digo que no se necesite lo social, ese binomio sociedad-individuo es indiscernible, lo uno condiciona a lo otro, pero sí que se debe potenciar la libertad para generar una sociedad diferente, y eso sólo se hace con conocimiento: Ciencia, Arte, Historia... pensamiento crítico, enseñar a dudar, escepticismo, creatividad para arrancar a cada día una ilusión nueva para vivir.
El totalitarismo va contra la persona, no contempla la divergencia sino que arrolla a lo que sobresalga empós del total. No sé cómo nos extraña lo que está ocurriendo en Europa; hemos encontrado el chivo expiatorio en los políticos pero la corrupción está más adentro, en una sociedad que se está enrocando en sus fronteras, sus identidades nacionales, sus símbolos y, por tanto, en breve, en los rasgos raciales. Todos hemos olvidado el difícil equilibro entre cultura y tradición, y la explicación es sencilla: suele ocurrir que el culto tiene más formación académica y, por tanto, ha disfrutado de oportunidades laborales o tiene un estilo de vida que lo han alejado de la necesidad; a esta clase aburguesada, por puro egoísmo, le resulta más fácil sostener el equilibrio de la situación social que cualquier clase de cambio, y ahí se da pábulo a la tradición como expresión de lo popular, aunque el supuestamente culto por dentro desprecie o curiosee o se ría de lo que ve.
Yo, como andaluz que vota, no me siento orgulloso de estas lágrimas en las puertas de los templos fomentadas por la Junta de Andalucía, porque además de encender la pólvora de lo irracional institucionalizan un modelo económico basado en el turismo que nos convierte en sirvientes estacionales de la industria y sus dueños.

La prensa colabora con todo este despropósito cuando abandona su papel cultural y se suma al festín de las ventas, cuando amplifica toda esta chorrada (sí, porque puedo decirlo ¿no?) de la Semana Santa para estabilizar tiradas que se pierden el resto de año sin reflexionar sobre porqué nadie lee en serio. El cristianismo es sólo una gran mentira histórica amparada por el poder político, como el judaísmo, el islamismo y otras demencias por el estilo; sólo hay que leer y asumir a Darwin, la espiritualidad tiene una historia evolutiva como todo lo nuestro, a Hawking o Dawkins, la ciencia no necesita el concepto de Dios para explicar la realidad. El gran problema sigue siendo cómo evitar la maldad del ser humano; viendo el tropel de gobernantes en los palcos, me recluyo desesperanzado y pongo mi cargo como columnista a disposición del periódico, agradecido por esta oportunidad, no veo salida.

Solos, 21-3-16

Qué solitos nos vamos a quedar. Porque lo único que sacamos en claro en este ínterin con/sin Gobierno es que todo sigue igual o va a peor, porque quienes nos llevaron a la desesperanza siguen a lo suyo y los nuevos parece que ya van encontrando lo suyo también, y la maldad intrínseca que Maquiavelo diagnosticó parece que se está manifestando en los que se pretendían puros de corazón...
Como ciudadano (ni soy juez, ni fiscal soy) tengo varias sensaciones: los grandes partidos políticos son organigramas con ánimo de lucro que utilizan lo público para estructurar sus ingresos, admitamos que de camino hacen AVEs, hospitales o colegios, pero la gestión pública para ellos es un medio, no un fin en sí misma; la consecuencia es que una parte importante de sus profesionales (dejemos a un lado a sus militantes y simpatizantes, tan cabreados como yo) se deben a la búsqueda de capital en un bucle en el que la financiación ilegal, las prebendas, las mordidas, el reparto de puestos circulantes de lo privado a lo público y de lo público a lo privado y una jerarquización a lo película de Coppola... son la vida diaria de una casta, sí, eso es la casta, sin demagogias, una clase de ciudadanos a veces muy bien preparados que no tienen otro fin que mantener el estado de las cosas en un frágil equilibrio entre la satisfacción a los electores y la consecución de los bienes propios.
La clave de todo es la financiación ilegal de los partidos; la política es un show que requiere muchos millones de producción y lo triste es que esta basura heredada de las monarquías y su pantomima teocrática se ha convertido en el nuevo absolutismo. Eso que se ha llamado "nueva política" pretendía ser un cambio en las formas, que es la estructura del fondo; ir con un niño al Congreso, pasear por allí las rastas, que dos diputados se besen o decir lo que tus votantes en la calle piensan de esta democracia herida, podía haber sido el inicio de un tiempo nuevo. Son hechos estúpidos, insignificantes, pero es que ahora mismo la única ideología que puede comenzar el desmontaje del entramado financiero de los ladrones guanteblanqueados, comienza por una estética, como diría nuestro Moguereño: una estética ética y una ética estética.

Dicho en plata: Podemos es izquierda, y si no que se lo pregunten a la derecha. Hay otras organizaciones de izquierda en España, desde luego el PSOE no; y yo, como observador, la única diferencia que veo radica en las formas, porque lo que no se ha sabido tomar de la calle sedienta de justicia lo ha hecho patrimonio de votos este Podemos que hace dos años no era y ahora tumba al bipartidismo. Por eso IU pasa su desierto y los sindicatos están como ausentes. No es bueno este Juego de Sillas para nadie, yo quiero elecciones ya y propongo que, dado lo ocurrido, la campaña consista en decir con quién y en qué se va a pactar, porque si no: al final, con rastas o sin ellas, todos nos volvemos cortesanos, y este momento es para "menosprecio de Corte y alabanza de aldea".

Europa nazi, 14-3-16

¿Dónde está esa ascendencia cristiana reivindicada por nuestros constituyentes cuando se redactó el Tratado Constitucional europeo firmado en Roma? Porque parece mentira que no haya una convocatoria de Huelga General por parte de nuestro Gobierno y de la oposición en pleno para protestar por el Judas que le hemos hecho a los refugiados sirios (etc.) vendiéndolos a Turquía por un puñado de miles de millones de euros y vaselina para penetrar turcos en nuestra Unión.
Porque me repugna la hipocresía, yo prefiero a quien tiene las cosas claras que a los llorones que se rasgan las vestiduras ante el cadáver de un niño en la orilla de la playa, abandonado a la inercia del olear. ¿Cuántos han muerto y mueren a diario por cualquiera de las fronteras marinas de nuestra pompa de jabón? Porque vivimos en una burbuja, siempre ha sido así, pero antes los intelectuales defendían modelos, utopías que nos servían de referencia para tener dignidad, ideología, decencia y principios, pero ahora los principios sólo sirven para ir a la romería de turno, sentarse en un palco a chupar incienso, condecorar a una virgen de palo o saber catar vino educadamente con un leve retropaladar a gomina o a rosa mustia los fines de semana.
No es cosa de partido, no de izquierdas o derechas, no es religiosa, no es económica o militar, es de hijos de puta, más claro: “water”. Cuando nos preguntamos cómo era posible que los alemanes no olieran a judío quemado en las localidades cercanas a los campos de concentración, un rictus de desprecio se nos posa en la boca y rechazamos la mezcla de impunidad e indiferencia con que aquella sociedad asumió el genocidio tecnológico. Cuenta Semprún en uno de sus libros-monumento que al acercarse a una vecina recién salido de Dachau, ésta huyo empavorecida como si hubiera visto al demonio; nosotros sabemos que lo tuvo delante todo el tiempo, porque era ella misma. “Pecatum meum contra me est semper”, dicen los cristianos; y el genocidio en el que estamos participando todos con estos refugiados, muchas veces de guerras provocadas por nosotros mismos, está en el espejo en que nos miramos y la Historia nos recordará como criminales por acción u omisión.
Este ministro opusdeísta, cuyo nombre no merece publicidad, que llama “peligro” a las familias refugiadas que escapan de la guerra, la tortura, el hambre y la desesperación, debería preocuparse más por su alma en el Día del Juicio y menos por mantener un nivel de vida que nos sitúa en el egoísmo más atroz y criminal.

Europa es la zona del mundo donde, aún, está más repartida la renta per cápita. Donde la Educación universal debería servir para vivir mejor y no en la molicie del consumo loco. O reaccionamos o estamos regalando un clavo más a ésos que nos han de enterrar en nuestro hermoso ataúd. “Vergogna”.

Dictablanda, 7-3-16

La mandíbula de cristal del PSOE es tan sorprendente como la cara de hierro del PP. Rivera e Iglesias llegan con la mochila casi limpia al Congreso, con algún muerto en el ropero pero nada más allá de lo construible por un periodista interesado. La crisis en España ha servido para levantar varios velos que nos tenían anestesiados, aquello de Marx de que lo económico condiciona lo intelectual puede ser...
Porque dejar a un tercio de España tirado otra vez en los años 60 nos ha llevado a mirar para arriba y constatar que quienes nos han explotado tan vilmente eran los mismos (o sus herederos) que crecieron al amparo del franquismo, las mismas familias a las que, hasta ahora, nadie pidió cuentas, incluida una Casa Real oscurantista y maquiavélica (en el sentido literal). Eso ha llevado a mirar también a los partidos que les han hecho el caldo: uno que es la evolución natural de la dictadura, y se molesta cuando se le recuerda pero algunos de sus principales fundadores compartieron mesa en Consejos de Ministros que firmaron penas de muerte y participaron activamente en la represión contra los demócratas; el otro partido, arrastra tras de sí una derrota por caminos que a los viejos luchadores avergonzaría, porque sí, nunca se probó nada contra Felipe González personalmente pero que yo sepa un Ministro del Interior suyo y un Director General de Seguridad, entre otros cargos, fueron condenados en firme por organizar un grupo terrorista financiado con fondos públicos, y cuando se habla de responsabilidad política yo jamás he entendido como este individuo en vez de homenajes y admiración internacional no calla o se le manda callar por vergüenza de nuestra patria.
Si a esto le añaden los 80 ó 90.000 millones de euros que nos cuestan en corrupción directa, o sea: robo con alevosía, ¿quién se extraña de los momentos desabridos en los debates de la semana pasada? Demasiado corteses, el pueblo español demuestra tener una capacidad de sufrimiento fuera de toda duda. Nuestra Historia es la represión brutal de una gente que jamás ha conseguido liberarse de una oligarquía que usurpa las banderas, los himnos, la hispanidad, y que cuando se le denuncia en público saca la fusta y golpea con sarna hasta enmudecer al siervo. Yo veo a González como un tipo muy listo que enseguida supo ver de qué iba el partido y se apuntó al bando ganador.

Me interesó mucho el discurso de Joan Tardá, de ERC; no porque lo compartiera, a mí la independencia de Catalunya no me inspira, pero estaba construido sobre una realidad histórica no oficial, alternativa y no por ello menos real, cualquier persona con unas mínimas lecturas sabe que la Historia no existe: se escribe. España debe revisar la suya reciente, poner a cada uno en su sitio sin revanchas pero sí con Justicia; un nuevo Parlamento debería ejercer esa responsabilidad, y un poco de “Mea culpa”.

En Eco, 29-2-16

Ha muerto Umberto Eco. En mi infancia intelectual, allá en los 80, recuerdo una Huelva gris con apenas un destello en el Gran Teatro, que entonces era serio (Glass, Badura-Skoda...), y un par de bares donde ser maricón, consumir drogas, pintar o escribir y oír Bauhaus habían sustituido felizmente a la calle Gran Capitán y el Quitasueños. Tendría 15 ó 16 años cuando, espoleado por la biblioteca del notario-poeta Manuel Fernández, compré en una Feria del Libro Antiguo en la Plaza de las Monjas Obra abierta de Umberto Eco.
Ese libro cambió mi vida. Siempre he querido definir la Belleza, mis esfuerzos literarios han ido por ahí. Eco sabía mucho de filosofía medieval, sabía que los realistas la consideraban un “trascendental”, una huella de Dios en la Tierra; Eco entendió la oposición entre Predicantes y Mendicantes, su El nombre de la rosa fue un homenaje al gran filósofo franciscano William Occam, de Baskerville, verdadero detonador del Renacimiento, y Eco quiso, como él, definir la Belleza sin perder la trascendencia pero arrebatándosela a Dios para la Razón.
Aprendí lo básico: que autor, obra y espectador van por separado, que ninguno es imprescindible, porque todo autor lanza unos dados cuyo resultado desconoce siempre, la obra no es más que un trozo de la naturaleza en un contexto cambiante y el espectador sólo puede verse a sí mismo y encuentra lo que puede. El Arte está ahí perdido en esa maraña de habitáculos estancos, saltando de uno a otro sin solución. Aprendí que la apertura del objeto artístico es la que le hace viajar por las épocas diferentes, ser clásica; que leemos El Quijote hoy porque ya no es del Cervantes barroco, y que lo distinto del siglo XX y sus vanguardias radica en ser conscientes de este vértigo, por eso cualquier cosa puede ser Arte (sin menoscabo de las estafas) dependiendo más del intérprete que del autor o la misma obra.
Amé y leí a Joyce y su Ulises, la música de Scelsi o Nono, de Ligeti o Berg, el conceptualismo de John Cage o la pintura de Mark Rothko; entendí la abstracción, quise ser vanguardista y luchar contra la reacción estética siempre escudada en la técnica o lo establecido, sin justificación; aprendí que el Arte está antes en la mirada del artista que en la ejecución, y por eso una chorrada de Picasso es Arte y la tuya no...

No ha muerto Umberto Eco porque es una Obra en Marcha, abierta. Leo sobre su funeral laico, sobre si las Folías de España que sonaron eran las tempestuosas de Marin Marais o las espirituales de Corelli, ambas igualmente bellas. Hoy, festivo 29 de febrero, me siento europeo (literario), tomista, nominalista, dadaísta, un poco Goya afrancesado, ilustrado, italiano (del Norte), me siento Machaut, Joyce, Schnitzler, judaico Bashevis Singer, me siento JRJ con sus poemas vivos, comparto la senda de la Cultura con Eco, y miré los muros de la patria mía y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte: ¿Andalucía? Ojalá.

Urgente el JRJ, 22-2-16

Curro, de joven El Niño de la Vega, notó un dolor en la cintura que fue hacia su pierna izquierda hasta ser insoportable e invalidarlo. Durante algún mes cogió cita en su centro de salud, de una semana para otra porque el colapso hace que medien días suficientes como para desaparecer los síntomas. Esto le ha obligado a acudir a Urgencias del JRJ, lo que significa media docena de horas como poco en no buenas condiciones. Narcotizado, destrozado y sin esperanza de conseguir citas urgentes para un diagnóstico, el médico le recomienda acudir a Urgencias tanto como haga falta para la rapidez. Primera estación: el sistema engañándose a sí mismo.
Después de varios intentos puramente analgésicos, una doctora propone otro y le dice que si en unos días no ha remitido el dolor vuelva y pregunte por ella, una vez más en Urgencias, para darle un ingreso, única vía para ir al ritmo de la enfermedad. Segunda estación: sin causa establecida, el diagnóstico puede ser nada o lo más grave.
Curro se presenta e ingresa, después de perder musculatura en sus piernas por inactividad y de vivir drogado hasta extraviar la consciencia arrojado en un sofá sin saber cómo ni dónde. Entre el ingreso y la cama trascurre otra media docena de horas enchufado a una vía y sin atención. Coincide en una habitación con otro señor mayor con un accidente cerebral que se hace sus necesidades; tras mucho pujar la familia y dos horas cagado y meado, una profesional pide disculpas y les recomienda denunciar al Hospital JRJ porque no se puede funcionar con dos celadores para una guardia de noche en todo el centro un fin de semana. Constato el rigor con que se trabaja, la voluntad, pero también hartazgo, falta de compromiso no con el paciente sino con un Sistema Andaluz de Salud que ha claudicado a la crisis y ha convertido lugares como el JRJ en un caos que cualquier día parirá una infección hospitalaria, una negligencia gravísima o sabe Dios.
Repasan su medicación y le preguntan si la trae de casa o se la dan... no sabe qué responder... después solicita que se la den... Recuerda que antes los pasillos no estaban repletos de bolsas de ropa sucia, que la limpieza era constante; todo el edificio está avejentado. Solicita papeles y, a pesar de la unificación hospitalaria, le dicen que cada centro tiene sus normas... líos, y, al final, hasta una semana larga después no le hacen las pruebas diagnósticas por lo que lo drogan con otra cosa y le dan un alta (que agradece) pero casi obligada por inútil. Da la impresión de que sólo se trabaja un par de horas por la mañana, el resto del tiempo es un meandro de la medicina para el reposo y la suerte y el esfuerzo de los profesionales. Falta de medios porque pacientes hay de sobra... Tercera estación: los recortes sanitarios en Andalucía son escandalosos y alguien debe calcular cuántas vidas cuestan.

El Niño de la Vega te recomienda que no enfermes ahora, no sea que te flipen para que no te enteres sin saber qué te come por dentro. Lo que narro, Susana Díaz, es verdad y si lo sabes: malo, y si no lo sabes: tremendo. Andalucía imparable... hasta el fondo.

Autoritarios, 15-2-16

Habría que procesar a los promotores de la Marca España; porque después de tanto dinero nuestro invertido (y de alguna bronca que nos han echado), hay ministros que nos están poniendo en ridículo dilapidando en todo el planeta y de forma consciente la inversión, especialmente nuestro místico Fernández Díaz, que anuncia la aquiescencia de ETA con un posible Gobierno en el que no estén el PP y sus tesis.
Hemos hecho el vaina universal con el encarcelamiento de los del titirimundi, y sólo voy a decir que la izquierda tiene la obligación moral de revertir el Estado de Excepción que el PP ha construido disfrazado de legalidad en este país. Porque la vuelta la identificación de España con el catolicismo (opusino), el toreo como esencia, el antinacionalismo por la gracia de Dios, la asimilación del aborto y la homosexualidad como antinaturales, esa corrupción construida en torno a empresas y obras públicas monumentales con caciques y familias fácilmente identificables (eso lo aprendió bien el PSOE), los lobbies de comisionistas (alguno embajador y todo), esa monarquía porque sí, ese ataque a la actividad intelectual y el Arte (en beneficio de un Osborne), este vergonzoso inmovilismo promovido por Leyes como la de Educación, la Mordaza o las reformas laborales, entre otras, todo adobado con el marchamo de la “normalidad”, han situado nuestra imagen internacional a la altura del tardofranquismo más cutre. Hemos regolfado el poco de camino que nos llevó a lo que fue Europa cuando no extraviaba niños refugiados.
Quizá España refleje un proceso mayor, sólo que aquí le damos nuestra estampa pinturera. Rajoy lo tiene claro: llama broma a cualquier opción de gobierno que no sea la suya y sus ideas, ¿para qué convocar, entonces, elecciones? Le traiciona el subconsciente autoritario; al Mercado también, sólo irán bien las cosas si PSOE, C's y PP se ponen de acuerdo; o sea, si gobiernan otros ¿los inversionistas legítimamente retirarán su apoyo y nuestra economía perderá? La famosa prima de riesgo...
Aquí está la izquierda, la que debe subvertir este orden y volver a la política, pues por lo que vemos está en manos del capital. Hay que legislar hasta impedir que la ganancia de estos financieros pueda machacar a los gobiernos que no interesan, y si no haces eso no eres izquierda. No se puede decir más claro. Pedro Sánchez debe decidir; Susana Díaz y Felipe González ya saben cómo quieren gobernar.

Para la izquierda la economía es medio, no fin. Desmontar el patriarcado, gobernar ecológicamente, la superación de las religiones como fenómenos públicos, la libertad basada en una enseñanza reequilibradora, la igualdad, la salud pública, revertir las represiones y sobre todo la sexual, el imperio de la Razón como condición pública para todo debate. No todo es dinero.

Soy un radical, 8-2-16

Y peligroso. Soy un jodido chinorro en el zapato para los biempensantes, porque cuanto más me dicen que la estabilidad es necesaria, que la economía debe crecer, que las reformas laborales están bien y deben continuar, que los organismos internacionales están de acuerdo, cuanto más piden moderación proporcionalmente más claro tengo que defienden un modelo en el que ellos son la parte interesada; el conservadurismo siempre ha disfrazado de normalidad, de sentido común, de discurso único sus aspiraciones. Los demás somos radicales.
Soy un loco radical porque, cada vez más, y conste que no sé cómo organizarme, me pasa como a Kepler, a quien todos pedían mostrar la circularidad de los orbes planetarios y dijo el tío: Adaptaré las ideas a los datos y no los datos a las ideas, y un pragmatismo liberal me inunda mi tradicional visión anticapitalista de la economía, y no aspiro a una dictadura del proletariado sino a una gestión sensata y justa, y que no me insulten llamándome socialdemócrata porque no lo soy, soy marxista pero nunca he querido imponer nada a nadie porque el imperio de la Ley, aún sabiéndola ideologizada, me parece la garantía de que yo pueda defender mi pensamiento, cambiando la Ley con la Ley. Por eso me mira mal el otro bando de conservadores, el que se llama a sí mismo izquierda tradicional, aunque a algunos no les llegue el olor a precariado.
Soy radical porque, y lo siento, yo veo el Estado actual, incluidos sus más altos representantes, como una gran familia corrupta que gobierna o representa pero, de camino, arrampla con lo que puede; para mí la corrupción en España no es un delito aislado, sino una idiosincrasia: aquí roba todo el que tiene oportunidad y lo justificamos diciendo que cualquiera haría lo mismo. No estoy de acuerdo, falta educación y enseñanza. Somos una jarca de paletos disfrazados de país, podredumbre adobada con una bandera bienoliente y un himno que calla el grito de la injusticia de un reparto desequilibrado de la riqueza; véase la oleada de datos del informe anual de Oxfam, 33% de niños pobres en este país de comercios sin factura, catorce millones de patriotas al borde del abismo.
La enseñanza es una guardería. No se persigue la excelencia o la ambición de saber y ser determinantes en la rama que fuere. No, hemos convertido el Sistema Educativo en una FP gigante para contratos técnicos un poco mejor pagados. La mediocridad disfrazada de psicopedagogía ha erradicado la investigación; la proliferación de universidades, la singularidad; la destrucción del bachillerato, la cultura media; el neoanalfabetismo de la obligatoria sume en la esclavitud a esa mayoría que no lee o lee la basura publicitada sin rigor ni crítica.

Soy radical. Porque promuevo que nuestra descendencia no debe aspirar a ser estudiante sino intelectual, porque sólo así saldrá de su pozo secular esta Sociedad en la que vivimos; el Estado, para ellos.

¿Qué es de Baby Jane?, 1-2-16

Quizá se sienta usted perdida, no se culpe; lo estamos. Todo periodo de crisis es incertidumbre y pasión. Nuestra mentalidad lineal, lógica (monoteísta) nos hace lampar por la Razón: si no funciona ¡que lo arreglen!, clamamos. Pero olvidémonos, esto no se va a arreglar porque estamos en época de cambio del paradigma dominante, esto es: las soluciones del pasado ya no valen.
No es un proceso de un día para el siguiente, las ideas no se van suceder sustituyéndose unas a otras. Veremos, estamos viendo ya que los sistemas colapsan por complejidad; cuando la teoría vigente se vuelve tan compleja en sus respuestas que pierde agilidad y velocidad en las respuestas necesarias, cuando crea problemas nuevos en vez de dar soluciones, las alternativas antes despreciadas por simplificadoras se elevan como operativas, porque no necesitan el aparataje de lo viejo: el anciano siempre reprocha al joven su desconocimiento de la vida, sin embargo es éste quien va a tomar las decisiones y a equivocarse porque su vida, la suya, está por vivir.
No debe extrañarnos lo sucedido con la formación de Gobierno, tras las últimas elecciones un periodo histórico ha alcanzado su clímax. El PP agoniza de puro agotamiento, ya han cumplido su única misión psicopolítica: demostrar a papá que eran capaces de copar el poder y forrarse (vienen detrás los nietos "naranjas"); un PSOE con peluquín y arrugas rellenas de bótox, ha mirado a su alrededor y al mismo tiempo que constata ser coetáneo y vivir en su enemigo, esto es: si éste se va, él también, ve con el horror de quien no asume su realidad que unos jovenzuelos "piojosos", madres recientes e ilusionadas, universitarios sin cátedra aún, se pasean por el Congreso con el desparpajo adolescente que creía conservar, como la Baby Jane de Bette Davies vemos regresar a Corcuera y sus patadas, a un Felipe González-Darth Vader totalmente abducido por el lado oscuro queriendo absorber la energía de los otros o a un Alfonso Guerra que se confiesa Sancho Panza y quiere, sobre todo, como los otros, que nada se mueva, aunque se queden los azules.
Porque todos éstos son la derecha, protegen su sistema, sus vidas, sus privilegios, sí, ahora más que nunca demuestran ser una casta, unos de nacimiento, otros nuevos ricos; te piden que elijas o el mal con nosotros o el desastre con ellos, no existe la felicidad, no hay remedios, no hay futuro, sólo el presente en el que ellos viven a cuerpo de rey sacrificando sus ideas por nosotros, porque la realidad manda. Pobres.

En verdad os digo que los nuevos serán los viejos algún día, y Errejón llamará joven irresponsable a un maromo dentro de unas décadas, cuando otra generación haya periclitado. Ocultar la realidad no impide que estés más turbado, como el Presidente iraní; el Parlamento refleja una sociedad nueva, sólo los cadáveres lo niegan.