Nos venden que unas nuevas elecciones
son un fracaso del sistema democrático. Ahí se ve el tufo
autoritario de éstos que casi siempre detentan el poder. La falta de
Gobierno no es más que el reflejo de la complejidad de la situación
actual de la ciudadanía española. No pasa nada, si hace falta votar
mil veces se vota y los botamos y ya está. Ésta es la Soberanía
del Pueblo, éste el resultado de nuestra decisión soberana.
Llámenme psicótico, pero para mí que estamos jugando los
formadores de opinión pública a desprestigiar el acto de votar con
un fin muy concreto: promover la abstención, que beneficia al PPSOE.
Todo lo que sea movilización del voto, agitar conciencias, analizar
la realidad es sustituido por cantos de sirenas de nuestros
tertulianos y portavoces políticos, cuyo único objetivo es ver qué
pasa en Venezuela (¿Dónde está Kuala Lumpur? ¿Existe Liberia?
What the fuck with PP?) y asustar con Podemos (Luena, del PSOE, media
hora machacante en RNE con monotema sin oír las preguntas). El Rey,
¡ave!, dice que moderemos el gasto en la campaña; mas ¡qué son
155 millones de Euros en comparación con el presupuesto
mediobillonario del Estado! Una bagatela, entiéndase que yo no la
creo ni necesaria, pero me insulta que me llamen derrochador por mi
“fiesta de la democracia” cuando ellos siguen en la orgía de lo
putrefacto, que diría un surreal.
Nada ha cambiado: no se han limitado
los periodos de vida política, el arte de colocar al asesor sigue
siendo la mejor estrategia para vivir, hemos reflotado con nuestra
sangre a la banca, los ricos siguen ampliando su lejanía, hemos
aumentado la deuda pública (a pesar del subterfugio de meter la
prostitución y el narcotráfico como parte del PIB), el paro se está
convirtiendo en estructural y casi el total de los empleos generados
no solucionan el futuro de nadie porque tienen condiciones de
temporalidad y económicas que tapan sólo el agujero del día
trabajado; se sigue hablando de la imposibilidad de mantener el
sistema de pensiones y la Sanidad, se ha externalizado la Educación
Infantil y hay generaciones enteras sin saber qué Ley Educativa les
ampara… Nuestros representantes son los mismos, y no me refiero a
las personas sino a que nada ha cambiado en sus aforamientos,
sueldos, opacidad en sus gestiones, nombramientos, carreras
profesionales.
Eran otros tiempos, los de la crisis. Y
lo peor es que nos dejamos engañar. No me extraña que el PSOE en
vez de debatir si deben votar los mayores de 16 quiera ampliar la
Obligatoria hasta los 18, se quita cientos de miles de parados y
evita el voto impulsivo; o que el PP parezca una momia inmóvil, es
un reflejo de sus 7 millones de votantes indiferentes a todo y
muertos de risa con Bertín. Al final les va a molestar tanta
elección, se les ve venir.
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