ESPAÑA 2.1, Huelva Información, 19-1-15
Ya habrán oído esa truculenta historia de una jerezana a la que ofrecían trabajo en una panadería: nueve horas diarias sin festivos ni vacaciones, sin pagas extras, con descuento en la nómina de los encargos no recogidos, todo por 500 euros al mes. Una cosa es la dignidad y otra hacer el gilipollas. El Presidente dirá lo que quiera, pero el siglo es muy consciente de la situación real y de qué es lo que ha cambiado, a peor porque, por mucho que los datos hablen de creación de empleo, la nueva estructura económica condena a la miseria a un tercio largo del país y empobrece a una mayoría.
Sigo sin ver la marca España por ningún lado. Que no somos el Congo y sus líos del coltán (de miedo) ya lo sé, faltaría más. Yo reprocho a los políticos el qué seremos, a dónde vamos, cuál es su proyecto de Estado. La gente más joven quizá no recuerde los personajes de los tebeos con los que éstos que "ya peinan calvas con que tapan canas" nos criamos: a mí cada vez se me parece todo más a don Óptimo y don Pésimo (al estilo de Tip y Coll, ese esperpento valleinclanesco donde lo negro y el absurdo se funden), a Carpanta (que se comía todo, reflejo de los años "de la hambre", dice la Red que llegaron a enviar comida a la redacción para paliar sus apetitos), a Petra criada para todo (la paleta sometida al servicio de una bruta ama), 13 Rúe del Percebe (con esos vecinos buscavidas tangándose unos a otros), aquel don Pantuflo (en las nubes y sus hijos a su aire), Pepe Gotera y Otilio (sin comentario), Aniceto artista completo y Anacleto agente secreto y Manolón conductor de camión y doña Tecla Bisturín enfermera de postín (personajes creados a partir de la sorna contra nuestra incapacidad de estar a la altura), Gordito Relleno (otro Carpanta pero feliz e irresponsable), Agamenón (y su abuela justificándolo "Igualico, igualico que el defunto de su agüelico"), Rompetechos (carpetovetónico cegato por excelencia), aquella sección "Increíble pero mentira" que hablaba de lugares exóticos donde los edificios eran tan altos que se les colaban los satélites, el profesor Franz de Copenhague (que si era listo e inventor debía ser europeo, que entonces no era ser español), a Mortadelo y Filemón no hace falta ni nombrarlos, ya elogié aquí a Ibáñez y su instantánea de aquella España, hoy incluyo a Escobar, Vázquez, Peñarroya, Raf...
Pero qué me dicen de Plurilópez, ese desgraciado incapaz de sostenerse con un puñado de oficios a los que llega empalmando unos horarios con otros sin poder comprar un piso ni casarse. "Spain is different", dijo Fraga. En Francia hacen sátira política, religiosa, ya saben lo de Charlie..., España no corre peligro porque nos han devuelto a la historieta, que dicen los modernos, al T.B.O., vamos.
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