sábado, 2 de mayo de 2015

Maquiavelo

MAQUIAVELO, Huelva Información, 30-3-15



Dice Maquiavelo, príncipe del conservadurismo, que la estabilidad es el único objetivo del buen gobierno, pues sin ella no hay felicidad posible; que todos robamos, dice también, es un hecho de nuestra naturaleza, somos malos, por eso el mejor rector roba y controla que todos obtengan lo suyo, y así se garantiza que hasta le defiendan sus agraviados súbditos.
Yo, un progresista, el pasado lunes postelectoral, me levanté cabreado con sensación de fracaso: había ganado la derecha y, claro, eso desarbolaba mis ilusiones. Quede claro que con más participación y menos de 100.000 votos que la vez anterior, con el mismo número de diputados que esas últimas elecciones, que perdieron, los representantes del PSOE son mayoría en el Parlamento Andaluz, y nada más hay que añadir. Es la democracia.
No quise votar a Susana Díaz porque me avergüenzo de unos gobiernos que huelen a políticos profesionales que jamás han pasado por otro nombramiento o contrato que los de la política, porque no oí una sola propuesta creíble en la campaña sino un ataque frontal a un Mariano Rajoy que me merece la misma o peor opinión. Me avergüenzo de gobiernos que han traído el hambre de nuevo a Andalucía, que han conseguido un paro juvenil que supera el 50% ó que un tercio de la población esté en los umbrales de la pobreza, que mienten descaradamente sobre la situación de una sanidad o una educación recortadas sobre el esfuerzo de los profesionales, que ni ha tenido ni tiene intención de aclarar con documentos la presunta corrupción que colapsa con miles de investigados los juzgados... ¿Que van a ir destituyendo a los detenidos? ¿Es broma? ¿Y por qué no auditan e investigan de una puta vez desde dentro?
Valderas no debió participar en ese ejecutivo sino ocupar su lugar natural de análisis y crítica, de propuestas de izquierdas en vez de escudarse en esa martingala de que quien gobierna se quema, porque eso mismo dice el PP. Denunciar esta situación estructural de Andalucía le habría alejado del miedo a Podemos, amigo irremediable, y le habría mantenido el voto de las pasadas elecciones y habría sumado algo. Eligieron estar ahí dentro y se han comido la mierda del PSOE. Así se ve desde fuera. ¿Ningún responsable? Si yo fuera militante de IU estaría muy cabreado... Cierto es que el nuevo rumbo con Maíllo y Garzón promete, pero a qué precio.
Han ganado los conservadores. No es erróneo denominar así a un electorado que antepone la estabilidad al cambio, que prefiere lo malo conocido a la crítica y la innovación capaces de alterar la vida diaria. Esto es ser conservador. Históricamente Andalucía lo pasó muy mal y en las últimas décadas ha habido una mejora innegable; esto no puede ser excusa para no revisar cómo se han ejecutado los planes: al césar lo del césar y al pueblo lo del pueblo.

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