sábado, 2 de mayo de 2015

Todos a la cárcel

TODOS A LA CÁRCEL, Huelva Información, 23-2-15




Éste fue el título de una película de nuestro Berlanga, retratista oficial de la patria, estrenada en 1993, época decadente que hoy se nos antoja incluso inocente: se organizan unos actos en una prisión y por allí desfila perfectamente perfilada nuestra infantería de politicastros, curas, militares y merodeadores de lo público preguntando por lo suyo. Digo yo si, como Julio Verne, no se estaría anticipando nuestro berlanguiano director a la realidad actual, en una especie de providencial sabiduría.
La indignación del ciudadano parece ser estirable como un chicle adolescente. Qué bochorno ver la Diputación de Huelva tomada por la Guardia Civil; uno no es abogado pero si los papeles públicos están a disposición de todos, está claro que se ordena un registro previendo la comisión de posibles delitos graves y la falta de colaboración de la institución, si no: bastaba con ir con el DNI a pedirlos. A no ser que queramos ver fantasmas en los juzgados, y los habrá; pero compadezco a los jueces, porque hagan lo que hagan tendrán delante al presunto delincuente denostando su trabajo, porque si cita antes de las elecciones a los políticos es porque querrán influir en las mismas, y si los cita después ¿no habrá quien diga lo mismo desde el otro bando? Qué hacer, yo lo tengo claro: todos por delante.
Se te cae el alma al suelo, la tentación de convertir este artículo en un semanario de la estulticia es una propensión muy fuerte... cómo evitar la desesperanza. La sensación de que el poder lo detentan gentes sin la menor vergüenza por lo que hacen, sean delincuentes o incompetentes, qué más da, es atronadora. Y todos sabemos que en el país no hay revueltas porque contamos con una economía sumergida brutal, en torno a un 20% del PIB, según quien lo diga. Pero lo peor es que iremos a más, estamos diseñando una ciudadanía defraudadora cuando no directamente delictiva: porque si yo tengo que criar a mis hijos y darles un futuro con 700 euros al mes, lo tengo claro: traficaría. Para qué deslomarse en un tajo si en una hora puedes tener el doble y sin ser explotado por un golfo que se lo gasta en putas...
El periodista Alberto Arce, que trabajó en Honduras para Associated Press, dice que el 20% de la economía de este país es narcotráfico, y es que hacer en un día una pista en la selva para estos menesteres da a un pueblo el equivalente entero de un mes de trabajo; dice que hay una guerra sorda provocada por la miseria y las condiciones de vida que vuelcan a los necesitados hacia el delito, con nuevas generaciones sin oportunidades y sin futuro, con más muertos que los producidos por Estado Islámico, ¿cómo podemos pedir a esos jóvenes un comportamiento ejemplar?
Hacia esto nos conduce don Mariano con la ayuda de Pedro y Susana. Al final todos a la cárcel.

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