"CLEOPETRI", Huelva Información, 2-12-13
La Huelva vanagloriada, que se regodea en su endogamia, ya tiene faraona. Entre 600.000 y 2.000.000 de euros nos cuesta el contrato del Hotel París, megalomanía de una Presidenta de la Diputación que entró reclamando el Gran Teatro al Ayuntamiento, la Merced a la UHU y enseñando la Estación Zenobia del AVE ―aquiescentes los apolíticos Herederos de JRJ― para salir volando como lo hacen los de un cierto nivel: Senadora; no sé si esto le habrá impedido estar en el juicio u ofrecer su patrimonio para saldar pagos. Digo yo que IU y el PP sabrían que no se puede romper un contrato unilateralmente, ¿no?; y el Presidente actual no debería jactarse de "sus" remanentes para pagar, sino exigir reparación. Aquí, empero, nadie responde por nada, destruir el erario público ―aunque uno no se lo lleve― no es delito.
Que el edificio ya no se usa es evidente, pero ¿cuánto cuesta esta genialidad? En los días en los que el enmoquetado rojo de la Diputación se cambiaba por uno beis, color limpio donde los haya; en esos días en los que el despacho de la Presidencia se transformaba en una especie de "Ala Oeste"; ésos en los que se "dignificaba" ―curiosa la acepción política― la antesala del Salón de Plenos para protocolos; en esos días, muchos funcionarios vislumbraban un peregrinaje mosaico: bedeles, mantenimiento, Cultura, Publicaciones, la Biblioteca y sus servicios, y más, veían abrirse una travesía que, a pesar de la promesa mesiánica, todos habrían previsto como sobreactuada y banal. Y siguen dando vueltas, y eso es dinero y trabajo tirados, además de la habilitación y deshabilitación de la sede clausurada, que se olvida.
No vamos a entrar en rumores sobre áticos-vivienda presidenciales en plena Plaza de las Monjas o cercanías entre promotores y Partido; no nos parece adecuado fiarnos de las maledicencias acerca del alivio en la Diputación cuando la Presidencia y su valido fueron recolocados ―en esta empresa, como son muy de izquierdas, no hay despidos―; ésas son cuestiones que, si se investigaran, informarían sin suposiciones sobre la personalidad de nuestros cargos y, seguro, nos ayudarían a votarles con más conciencia. La Democracia no soporta ya estas actuaciones sin una reacción penal, que no se enteran.
Currículo: Banca Cívica, Cajasol, cargos variados, AVE con Santiago Calatrava por medio, despilfarro en infraestructuras "personalizadas", aeropuerto inútil promocionado con dineros públicos... Esto parece el Levante del PP españolérrimo, a lo Fabra, así avanzamos, pero... nos faltan más rusos y un cronista como Rafael Chirbes. Además, y para qué engañarnos, Cleopatra era griega y fue el último aliento de las pirámides, o sea, más que decadencia.
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