"MEJOR LIBRE QUE GRANDE", Huelva Información, 9-12-13
El Ministro del Interior, que oyó la llamada de Dios en Las Vegas, sí, lo juro y no es difícil encontrar por ahí una entrevista en un medio extremófilo por la que sería recusado en un país civilizado, por desequilibrio o por decir que el Ministerio es un lugar de apostolado..., don Jorge Fernández Díaz tira del orwelliano "La guerra es la paz" como tópico manido para todo Gobierno inseguro. El gobernante débil crea enemigos para aglutinar voluntades; patrioterismo es síntoma de descomposición y necesidad de blindaje, y el fascismo lo usó sobremanera. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana es una coartación de la libertades. Convertir a España, los símbolos de su representación o sus instituciones en un fin es despreciar el valor verdadero de la Democracia: la ciudadanía, para la que un país es un medio, no una finalidad.
En otros sitios con más tradición liberal se puede hacer campaña justo antes de votar: prohibirlo con grandes multas huele demasiado a venganza personal por aquello del "pásalo" tras el 11-M; también lo parece lo de multar a quienes rodeen edificios públicos, o a los aficionados a la manifestación espontánea a lo 15-M, o a los escraches o, no digamos, lo de "Stop-Desahucios"... Vamos, un ejemplo clásico de legislación "ad hominem", contra la persona, justo lo contrario de lo que debe ser una Ley, aunque use de escudo a la patria.
La ejemplar Transición no acabó con los tics autoritarios del político ibérico, ni con el nacional-catolicismo ni con el poder económico connivente con el franquismo ni con los tecnócratas opusdeístas que copaban el INI, las notarías o los Registros de la Propiedad. El Síndrome Fraga, ansioso del número 1 por oposición, aunque ya no se traduzca en formación enciclopédica, sigue convirtiendo en Hombres (o Mujeres) de Estado a tipos que al subir de cargo se creen en propiedad de la calle, de los presupuestos, las opiniones y los coches oficiales.
Volvemos a la España carpetovetónica; la cuestión no es preguntarse la causa del auge de la prostitución y sus circunstancias, si hay comercio con personas o situaciones de necesidad, o por qué muchos jóvenes celebran su mayoría de edad en lupanares de apariencia lujosa, sino penar el ejercicio en según en qué circunstancias, porque de putas se va como Dios manda, ¿no?
Ofensa a España es que el 97% de los contratos que se hacen sean por días o meses, el Informe Pisa, la equiparación en corrupción con países tercermundistas o la impunidad de los corruptos: 600.000 de multa habría que ponerles a estos ofensores. Una, Grande y Libre, decían: lo primero es dudoso, y si les digo la verdad, me es indiferente; pero se me hace difícil pensar cómo ser grandes sin ser libres.
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