sábado, 25 de enero de 2014

Las de la vieja

"LAS DE LA VIEJA", Huelva Información, 11-11-13



No conviene que los gastos tripliquen los ingresos. Sentido común; el que no hubo en las Cajas, dirigidas por políticos y representantes de organizaciones exógenas al mundo financiero, ni en los Bancos amantes del liberalismo, pseudoarruinados jugando con las imposiciones de los clientes y prestando lo prestado sin una contrapartida para devolver, es decir, luciendo, en una estafa piramidal, eso que ellos usan como criterio para llamarnos insolventes.
Los organismos públicos trabajaron con presupuestos irreales, pidieron crédito a estas Cajas, esto es, a sí mismos, ofreciendo como garantía la seguridad de tener cada año una partida presupuestaria. Uno de cada diez euros de la Diputación de Huelva es para pagar a Bancos (¡dieciséis millones al año!); el Ayuntamiento pide préstamos millonarios para pagar... y deber más. ¿Es de ingenuos pedir responsables? Otros habrían tenido que cerrar y responder por las deudas.
Las maneras económicas actuales tienen los síntomas del exceso de complejidad y, por tanto, de fragilidad. "El dinero ni se crea ni se destruye, sólo cambia de manos", ésta es la definición exacta de ese juego en apariencia complicado que es la Economía. El valor abstracto del dinero es un equilibrio, cada billete que circula es una porción de la riqueza de quien lo emite. Más billetes: más fragmentado ese valor, más débil la unidad. Si uno toma más pastel, otros tocan a menos.
Tener un concepto del ahorro, correr sólo riesgos que se puedan afrontar, prever la necesidad de las inversiones parecen cosa de ignorante. Aquí se ha invertido en función del volumen de dineros y las comisiones; por eso todos queremos AVES. El Estado asume los desatinos de los egregios ideólogos de un liberalismo que no aplican para sí; cada euro destinado a evitar quiebras de Cajas y Bancos se ha detraído de la inversión o el gasto públicos.
Sumar y restar, las cuentas de la vieja. Los ultramodernos descubren virguerías como que si los trabajadores cuestan menos, ellos ingresan más; que la moderación salarial y el superIVA evitan la presión fiscal a las ganancias de estos años; que si se venden los bienes públicos, se hace caja; que si se privatizan, de momento se ingresa... aritmética básica. Pero no olviden que otros también sabemos contar: que si ahorramos treinta mil millones en pensiones, los pensionistas cobrarán treinta mil millones menos; que si quitamos becas, hay quien no las recibirá; que si los jubilados pagan medicinas, se empobrecen sus ya paupérrimas pensiones; que recortar en Salud o Educación sin bajar impuestos es perder servicios que pagamos... porque si algo hemos aprendido es a tener menos respeto por estos tecnócratas del milagro contable que tanto saben y tan bien nos arruinan.

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