lunes, 4 de julio de 2016

Autoritarios, 15-2-16

Habría que procesar a los promotores de la Marca España; porque después de tanto dinero nuestro invertido (y de alguna bronca que nos han echado), hay ministros que nos están poniendo en ridículo dilapidando en todo el planeta y de forma consciente la inversión, especialmente nuestro místico Fernández Díaz, que anuncia la aquiescencia de ETA con un posible Gobierno en el que no estén el PP y sus tesis.
Hemos hecho el vaina universal con el encarcelamiento de los del titirimundi, y sólo voy a decir que la izquierda tiene la obligación moral de revertir el Estado de Excepción que el PP ha construido disfrazado de legalidad en este país. Porque la vuelta la identificación de España con el catolicismo (opusino), el toreo como esencia, el antinacionalismo por la gracia de Dios, la asimilación del aborto y la homosexualidad como antinaturales, esa corrupción construida en torno a empresas y obras públicas monumentales con caciques y familias fácilmente identificables (eso lo aprendió bien el PSOE), los lobbies de comisionistas (alguno embajador y todo), esa monarquía porque sí, ese ataque a la actividad intelectual y el Arte (en beneficio de un Osborne), este vergonzoso inmovilismo promovido por Leyes como la de Educación, la Mordaza o las reformas laborales, entre otras, todo adobado con el marchamo de la “normalidad”, han situado nuestra imagen internacional a la altura del tardofranquismo más cutre. Hemos regolfado el poco de camino que nos llevó a lo que fue Europa cuando no extraviaba niños refugiados.
Quizá España refleje un proceso mayor, sólo que aquí le damos nuestra estampa pinturera. Rajoy lo tiene claro: llama broma a cualquier opción de gobierno que no sea la suya y sus ideas, ¿para qué convocar, entonces, elecciones? Le traiciona el subconsciente autoritario; al Mercado también, sólo irán bien las cosas si PSOE, C's y PP se ponen de acuerdo; o sea, si gobiernan otros ¿los inversionistas legítimamente retirarán su apoyo y nuestra economía perderá? La famosa prima de riesgo...
Aquí está la izquierda, la que debe subvertir este orden y volver a la política, pues por lo que vemos está en manos del capital. Hay que legislar hasta impedir que la ganancia de estos financieros pueda machacar a los gobiernos que no interesan, y si no haces eso no eres izquierda. No se puede decir más claro. Pedro Sánchez debe decidir; Susana Díaz y Felipe González ya saben cómo quieren gobernar.

Para la izquierda la economía es medio, no fin. Desmontar el patriarcado, gobernar ecológicamente, la superación de las religiones como fenómenos públicos, la libertad basada en una enseñanza reequilibradora, la igualdad, la salud pública, revertir las represiones y sobre todo la sexual, el imperio de la Razón como condición pública para todo debate. No todo es dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario