lunes, 4 de julio de 2016

No me voten, 14-12-15

Quiero pensar que esta catetez de ofrecer sobornos al votante durante una campaña inútil, no sirve realmente para nada. O sea, que ya no hay un pedigüeño esperando a que el cacique le dé unas migajas para encauzar su opinión. En estas elecciones no dirimimos quién da más, sino que estamos redefiniendo el modelo político de este país, porque asistimos a la reventazón de sus costuras.
Más o menos, con problemas evidentes, conseguimos hace un tiempo la separación del poder Legislativo-Ejecutivo (que por aquí se confunden) del Judicial; ahora queda separarlo del poder Económico... Llámenme liberal, pero un Gobierno que ponga orden en este horror injusto que llamamos Estado Español debe legislar importándole una higa lo que exprese el tejido empresarial y financiero hispano; ya hemos comprobado que la pérdida de fuerza del Estado sólo ha servido al egoísmo más infantiloide de un mercado que aspira al lujo y a la explotación, véase el caso de Abengoa y su reparto de millones antes de medioquebrar o nuestro embajador en la India, o la ristra de corrupciones por valor de 48.000.000.000 € sin contar el despilfarro de obras inútiles, asesores, enchufados y dietas sin dieta. Se acabó la diversión, hay que ralentizar el enriquecimiento y volver a la sana ambición de llegar a ser alguien poco a poco y no a los dos años de montar cualquier cosa, porque sólo así tendremos empresarios serios y empresas interesadas en durar, dar contratos de calidad y productos competitivos de verdad... todavía hay algún tontaina que quiere desbancar a China rebajando sueldos...
El Ejecutivo debe proponer al Legislativo leyes que la ciudadanía, y eso incluye al Capital, tenga que cumplir; yo ya no creo la amenaza de que se irá de España (que se vaya) ni la amenaza de que no contratará (que cierren), hay que devolver la autoridad a una política que debe mirar por una mayoría que sistemáticamente ha pagado la ruina (o crisis) que parece que se nos ha olvidado a todos; me pongo dramático y simplón, hace falta un Gobierno que se atreva a gobernar, que se atreva a responder a Europa, a esa Banca que nos cobra por su dinero ¡y por el nuestro! (esto es de tontos), que redirija los presupuestos a la atención de quien lo necesita: y quien quiera aeropuertos, trenes y demás parafernalia que los pague, porque les hemos dado todo con la esperanza de que nos devolvieran algo y nos han dejado con una mano delante y otra detrás...

Así que el domingo no me voten (tampoco me presento), porque soy de ésos que han decidido que hay que parar, que ya está bien, que algo debe cambiar; voten a los que nos prometen otra vez lo mismo que ya nos han timado, robado, cuarteado y escaqueado para meterse todo en sus alforjas, a los con traje y corbata que se ríen del Estado de Derecho, la Justicia Social, la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad y han encauzado la nave hacia la locura y la vergüenza. No me voten.

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