Qué
solitos nos vamos a quedar. Porque lo único que sacamos en claro en
este ínterin con/sin Gobierno es que todo sigue igual o va a peor,
porque quienes nos llevaron a la desesperanza siguen a lo suyo y los
nuevos parece que ya van encontrando lo suyo también, y la maldad
intrínseca que Maquiavelo diagnosticó parece que se está
manifestando en los que se pretendían puros de corazón...
Como
ciudadano (ni soy juez, ni fiscal soy) tengo varias sensaciones: los
grandes partidos políticos son organigramas con ánimo de lucro que
utilizan lo público para estructurar sus ingresos, admitamos que de
camino hacen AVEs, hospitales o colegios, pero la gestión pública
para ellos es un medio, no un fin en sí misma; la consecuencia es
que una parte importante de sus profesionales (dejemos a un lado a
sus militantes y simpatizantes, tan cabreados como yo) se deben a la
búsqueda de capital en un bucle en el que la financiación ilegal,
las prebendas, las mordidas, el reparto de puestos circulantes de lo
privado a lo público y de lo público a lo privado y una
jerarquización a lo película de Coppola... son la vida diaria de
una casta, sí, eso es la casta, sin demagogias, una clase de
ciudadanos a veces muy bien preparados que no tienen otro fin que
mantener el estado de las cosas en un frágil equilibrio entre la
satisfacción a los electores y la consecución de los bienes
propios.
La
clave de todo es la financiación ilegal de los partidos; la política
es un show que requiere muchos millones de producción y lo triste es
que esta basura heredada de las monarquías y su pantomima teocrática
se ha convertido en el nuevo absolutismo. Eso que se ha llamado
"nueva política" pretendía ser un cambio en las formas,
que es la estructura del fondo; ir con un niño al Congreso, pasear
por allí las rastas, que dos diputados se besen o decir lo que tus
votantes en la calle piensan de esta democracia herida, podía haber
sido el inicio de un tiempo nuevo. Son hechos estúpidos,
insignificantes, pero es que ahora mismo la única ideología que
puede comenzar el desmontaje del entramado financiero de los ladrones
guanteblanqueados, comienza por una estética, como diría nuestro
Moguereño: una estética ética y una ética estética.
Dicho
en plata: Podemos es izquierda, y si no que se lo pregunten a la
derecha. Hay otras organizaciones de izquierda en España, desde
luego el PSOE no; y yo, como observador, la única diferencia que veo
radica en las formas, porque lo que no se ha sabido tomar de la calle
sedienta de justicia lo ha hecho patrimonio de votos este Podemos que
hace dos años no era y ahora tumba al bipartidismo. Por eso IU pasa
su desierto y los sindicatos están como ausentes. No es bueno este
Juego
de Sillas
para nadie, yo quiero elecciones ya y propongo que, dado lo ocurrido,
la campaña consista en decir con quién y en qué se va a pactar,
porque si no: al final, con rastas o sin ellas, todos nos volvemos
cortesanos, y este momento es para "menosprecio de Corte y
alabanza de aldea".
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